viernes, 23 de diciembre de 2016

BAILE DE NUMEROS


Hace tiempo, y lo he repetido más de una vez ya que me llamó la atención, un buen cliente y además amigo, me dijo que en esto del vino a los políticos lo mejor era pagarles el sueldo pero que no se metieran para nada, que nos dejaran tranquilos, vamos, no a nosotros, al sector, al mercado, al vino…
Y es que, aunque no lo hagan a mala intención, que por supuesto no se la presumo, bien por desconocimiento, bien muchas veces por querer agradar a la concurrencia, o bien, como ellos mismos dicen muchas veces, porque se les calienta el labio, dicen algunas cosas que pueden perjudicar al sector, aunque, fíjense lo que les digo, lo hagan para querer beneficiarlo.
Hace poco se comentaba que Castilla La Mancha tendría 25 o 26 millones de hectolitros de producción entre mosto y vino. Rápidamente se hace cuentas la gente (hasta en Francia, Italia, etc. la hicieron) y la respuesta es fácil, si Mancha, que según decían ha tenido mala cosecha y tiene 26 millones, si Mancha representa algo más de la mitad de la producción de España, los números salen fáciles, 50- 52 millones de hl. En España, los más pesimistas 48… Una cosecha grande, y los vinos comienzan a ceder tanto en firmeza como, al poco, en precios.
Ahora viene la segunda, en menos de un mes, nuevas declaraciones, Mancha 23,3 millones, España 42,3 y nos dicen que: además, se traduce en que Castilla-La Mancha produce el 54,1% del vino y mosto nacionales. Los números no salen de ninguna de las maneras, por lo que mucho me temo que estos datos cambiaran, no sé si a más o a menos, pero cambiará, esa es nuestra gran incertidumbre.

Luego nos sacan datos del INFOVI, muy bien, los apoyo totalmente, no puede ser de otra manera, los estamos reclamando años y años. Tenemos, eso sí, que acostumbrarnos a saber leerlos, diciéndolo en el buen sentido de la palabra, que no es que seamos tontos, es que mucha gente se asusta cuando lee los primeros datos y nos dicen, siendo verdad, que España tiene unas existencias de 61 millones de hl. A octubre. Y es cierto, pero a esta cantidad hay que decir que se le mete las existencias anteriores, es decir, por tanto, los vinos de guarda, los que están para crianzas, reservas, etc. Vinos que, efectivamente sin existencias, pero que no están a la venta en el mercado y menos de graneles. Para hacernos una idea de las existencias reales y aunque no sean datos exactos, pero si para  de un vistazo, poderse hacer una idea de lo que realmente tenemos, yo recomiendo restar la cifra de existencias que teníamos a final de campaña y que eran 29 millones, por lo que la existencias reales de vino en venta pueden ser en estos momentos, mejor dicho, a final de octubre, que es cuando nos dan los datos, de unos 32 millones de hl. Cantidad mucho más asumible. Con unas exportaciones a esa misma fecha, que superaban en algo los cinco millones de hl.
Lo bueno es que mensualmente nos vayan dando estos datos, para ir viendo los volúmenes que tenemos, y los que comercializamos.

El correo del vino se despide hasta el año que viene, en mi nombre propio y en el de todo el equipo, les deseo que pasen unas fiestas agradables en compañía de sus seres queridos. Y les pedimos que brinden con vino español, nosotros, el correo del vino, así lo haremos por todos ustedes.


viernes, 16 de diciembre de 2016

72,5 millones para reestructuración. Que Dios nos pille confesados


Un artículo parecido a este lo escribí hace ya años, muchos años, cuando empezó la reestructuración del viñedo. En esa ocasión en una conferencia le dije a un político que lo que estaban haciendo iba a favor de la cantidad, no de la calidad. El político, recuerdo que esbozó una sonrisa. Yo le dije que la ventaja que yo tengo es que lo dejo todo por escrito y que luego hablaríamos, años después lo vi y se lo recordé, entonces se rió menos…
Y es que, tras estos años, sigo opinando lo mismo, la reestructuración era precisa, no lo dudo, había que modernizar bodegas y viñedos, pero se podría haber plantado de otra manera, ya que la reestructuración nos ha dado mucho potencial productivo, pero hemos y estamos perdiendo los buenos y viejos viñedos año tras año. Y si hoy día se dice y muestra con orgullo la edad de los viñedos, cuando estos son viejos, cada vez es más difícil de decir por quedar cada año, cada vez menos viñedos viejos.
Resultado de imagen de plantacion de nuevos viñedosY no solo la calidad, que se puede conseguir en espalderas si la carga que llevan no es excesiva ya que la masa foliar que tienen puede ser mayor y pueden dar esa buscada calidad. Lo que sucede es que esto cada vez se da menos y en contra de esto se va a la producción, y esta es grande y mayor que lo será.
Hace menos años, unos cuatro o cinco, escribí otro artículo que titulaba, más o menos, hay que miedo me da que no tenemos plantas. Efectivamente llevamos años en los que la planta se agota y el plantar lo solicitado es un verdadero problema por falta de planta. Eso ya está dando producción y en los próximos años va a seguir duplicando producciones y quizá engañándonos, como ha pasado este año en el que una mala cosecha va a llevarnos a quizá la segunda o tercera cosecha de la historia de España. ¿Qué pasará y cuánto será, cuando venga una muy buena cosecha? ¿Alguien se extrañará e que estemos cerca de los sesenta millones de hectólitros? Y la pregunta final ¿Qué haremos con esa cosecha, como la comercializaremos? Y una más: ¿Y si al año siguiente repite y nos vienen otros sesenta?
Con 72 millones de euros se pueden plantar muchos miles de hectáreas nuevas, nuevas o sustitutas de cepas de tres quilos por cepas de quince… Y así llevamos años y años. De momento la suerte nos sonríe, la suerte y el buen hacer de nuestros empresarios, ya que vamos teniendo cosechas asequibles y las exportaciones van como un tiro marcando récor año tras año.
En resumidas cuentas, creo que no estamos haciendo las cosas bien, que no estamos calculando lo que nos puede venir encima si las cosas se tuercen, y vienen cosechas normales altas a nivel internacional.
Como siempre luego vendrán las quejas, peticiones de arranques subvencionados, y volver a repetir la experiencia de años y años.

Tiempo al tiempo…

viernes, 9 de diciembre de 2016

No, Pero Si


La semana pasada les hablaba de la espada de Damocles sobre el vino en cuanto a los impuestos y su posible subida. Esta, efectivamente no se llevó a cabo en cuanto al vino se refiere, como todos esperábamos, sin embargo, si afecta a una importante parte del sector
Efectivamente, al vino no le suben los impuestos especiales, pero si lo hacen con una parte importante de vinos como son, por ejemplo, Los vinos de Jerez, Montilla-Moriles, el vermú y todas las bebidas aromatizadas y vinos de licor, donde el grado alcohólico se aumenta a base de añadirle alcohol.
A todo esto le suben el impuesto un 5%, lo que repercutirá indudablemente en el consumo, y  por consiguiente en las ventas y cuentas de resultados de las bodegas.
¿Realmente merece la pena desestabilizar un sector de esta manera para lo que se va a sacar de dinero con esa subida de impuestos? Porque hay que recordar que el montante que se puede sacar no es significativo en el cómputo total de impuestos, por aquí no van a solventar  el déficit que quieren compensar.
Por otro lado en cuanto a fábricas de alcohol y alcoholes derivados del vino la influencia es pequeña, casi nula en muchos casos, por lo que no hay que alarmarse por ese lado, aunque su pequeña influencia siempre existe.
A quien realmente afecta, como digo al principio es a Jerez, a Montilla y a los fabricantes de Vermú y aromatizados, moscateles dulces, vinos de licor, etc. que van a tener que subir precios y a los que puede bajar el consumo
Todas estas cosas van haciendo, se quiera o no, mella en el mercado, son piedras, más o menos gordas que se ponen en el camino y que siempre molestan.
Y hablando de mercados de vinos a granel, la verdad es que están muy parados, la operatividad es baja y los precios, si hacen algo, es bajar, aunque el mantenimiento es la mejor definición. Las exportaciones tampoco van a un ritmo alto. Italia nos está quitando bastantes operaciones. Preparan unos vinos decentes, a pesar de la baja calidad que tienen este año, muy inferior desde luego a la nuestra, pero los preparan bien, ya conocen a los Italianos, y luego van algo por debajo de los precios españoles y se están llevando algunas operaciones significativas.

Por tanto la recomendación sigue siendo la misma: ir vendiendo conforme nos vayan llegando ofertas y coger un precio medio que nos salve la campaña.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Vuelve la espada de Damocles al vino


Como en el célebre anuncio del turrón, que vuelve a casa por Navidad, no podía terminar un año sin la amenaza reiterativa y anual de poner un impuesto espacial al vino.

Y es que si repaso la hemeroteca, es difícil que pase un año sin que se ponga sobre la mesa que al vino se le va a poner un gravamen más. Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final, ya verán, se romperá. Aunque esperemos que no sea en este viaje.
Si tomamos como ciertas las declaraciones hechas por el presidente de Gobierno, el impuesto especial de bebidas alcohólicas, referentes al vino y a las bebidas fermentadas, que ahora mismo se sitúa en el 0%, no se tocará, según ha dicho por activa y por pasiva. Otra cosa es que ese “no se tocará”, se refiera a que no subirá, pero no excluye que se puedan incorporar otras medidas. Y, en caso de ponerse, no se aclara tampoco cuánto aumentaría.
La amenaza también afecta a una posible subida del IVA para la hostelería, que en estos momentos está al 10%  y que pasaría a ser del 21%. Rápidamente han declarado que si es así, además de perderse miles de puestos de trabajo, repercutiría en todos los productos que se comercializan, y claro está, el vino es uno de ellos, que además se vende mucho en hostelería y que al sufrir una subida se notaría igualmente el descenso del consumo.
Parece que a pesar de llevar ya años con una legislación en la que se declara taxativamente que el vino es un alimento perteneciente a nuestra admirada dieta mediterránea, cada año se ocupan de recordarnos que en cualquier momento puede ser objeto de una subida de impuestos y baje, aún más, el precario consumo que tenemos.
Un mercado tan sensible como es el del vino, y del que viven tantos miles de personas, se debería tratar con menos ligereza, ya que los rumores surgen enseguida. Pueden ser sólo cuentos, pero al final, un día el lobo va a presentarse y nos pillará a todos por sorpresa.
Unas veces el anuncio llega, como ahora, de España, otras veces nos viene desde la Unión Europea, pero el caso es asustarnos cada cierto tiempo. Desde Europa siempre he dicho que me asusta menos ya que Francia, Italia y España juntas hacen mucha fuerza, sobre todo Francia, que en esto del vino es inamovible en su ardua defensa del vino como producto líder y parte importante de su economía, además de la fama que tiene a nivel mundial.
Personalmente creo que no se pondrá, al menos de momento, el impuesto especial de bebidas alcohólicas al vino, como tienen otras bebidas, ya que también en España y sobre todo en algunas regiones es una baza importante en el sector de las importaciones, creciendo continuamente y representando una parte importante de la economía de muchas zonas. Pero también me da miedo que precisamente por eso, porque crece y se oye mucho y cada vez el volumen económico es mayor, pueda resultar un bocado apetitoso para ponerle otro impuesto y sacarle una suculenta tajada.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Paciencia, tranquilidad y objetividad, claves de la campaña

Llevo varias semanas hablando del mismo tema, pero creo que debido a su importancia merece la pena. Más cuando en estas semanas los datos han cambiado enormemente y al cambiar estos datos, cambia totalmente la previsión que hay que hacer de campaña
Efectivamente, por una u otra causa los datos cambian, pegan un vuelco y por tanto, las circunstancias y por ende, los planteamientos de campaña cambian también. No hay que enfocar y tomarse la campaña igual al día de hoy, que hace un mes, ni hace un mes igual que cuando dio comienzo la campaña.
Resultado de imagen de uvasQuiero empezar diciendo, remontándonos a esos inicios de vendimia que parte del posible recorrido y ganancia de esta campaña por parte de los elaboradores se va a aquedar reducido por el precio pagado al final por la uva. No me meto en el precio en sí, desde el punto de vista de que se merezca o no, o sea caro o barato, no es ese el tema, pero claro, la uva se pagó al precio que se pagó teniendo como datos y previsiones un desastre de campaña mermada enormemente por la sequía, dato este que al final no se ha confirmado y que ha llevado a error. Por tanto si la uva se hubiera pagado algo más barata al haber más cosecha, el coste de elaboración sería más bajo y el posible recorrido del precio del vino sería más amplio. A los precios de vino que ahora nos movemos, la posible ganancia siempre será menor.
Una vez dicho esto ¿Qué planteamiento nos debemos tomar?, pues la verdad es que es complicado, en estos momentos no me atrevo a vaticinar nada, el vino puede tomar cualquier camino hacia un lado, subiendo de precio, o a otro bajando. Me explico: El vino, si nos ponemos nerviosos y, como vulgarmente se dice, el vendedor se tira a la piscina, puede bajar de precio, es indudable. Si se va vendiendo y tenemos el tirón que se espera, a lo largo de la campaña podría subir, también es cierto. Puede por tanto pasar cualquier cosa, en función de cómo nos adaptemos al ritmo de campaña.
Por eso cada semana vuelvo a reiterar la tranquilidad y paciencia, templar nervios y plantearnos que, como les vengo comentando estas últimas semanas, los factores, casi todos, nos son favorables, tenemos menos excedentes, a nivel europeo y mundial hay menos vino y sobre todo los países competidores están en peores condiciones que nosotros para vender, por eso, aunque haya más cosecha, la podemos defender sin excesivos problemas.
Eso si, no podemos comenzar a ponernos fuertes en el aspecto de decir, como puede subir no vendo, ya que entonces lo más seguro es que al final baje. Si entra un comprador a la bodega, como luego dicen, que no se vaya sin el vino por culpa de algunos céntimos arriba o abajo en el precio. Es decir: hay que vender vino. La mejor forma de no equivocarse en campaña como esta es ir vendiendo una parte cada mes o dos meses, y así coger un precio medio de campaña.

Y es que, aunque no es demasiado complicado el comercializar, hay que reconocer que no es lo mismo una cosecha de 40-42 millones que se preveía como mucho a una posible de 46-48 que podemos tener si los datos se confirman, ya que la diferencia de millones de hl es grande. Por eso quien antes no quería vender convencido de que por la corta cosecha el vino subiría, ahora debe de hacerse otro replanteamiento y vender vino para ir soltando lastre.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Historia de un error, o de un engaño


La cosecha de este año nos ha desconcertado a todo el mundo. Primero hablábamos de una cosecha grande, se hablaba de superar los 50 millones sin problema ninguno, incluso se habló de cosecha histórica cercana a los 60 millones de hl. Luego, con datos más pesimistas se llegó a rebajar por parte de algunos, por debajo incluso de los 40 millones…
Reconozco que nos ha engañado a todos, a mí mismo, no me duelen prendas, me ha despistado este año. Si no me hubiera movido de mi impresión primera hubiera acertado, pero cuando comienza la vendimia y todos los factores, impresiones comentario y avances, oficiales incluso, son pesimistas y comienzan a tirar de la cantidad hacia abajo, te sientes descolocado y, como era verdad y lo comprobé in situ que sobre parcelas vendimiadas la merma era cierta, `pues rebajas tu pronóstico, que situé a mediados de agosto en un 10-15% de aumento, que nos llevaría a una cosecha de sobre 47-48 millones de hl. Y que luego rebajé a 42-44, pues bien, esto hay que volverlo a subir y tendremos esos 46 a 48, incluso, si se confirman los primeros datos oficiales, algo más.

¿A qué se debe el equívoco?, no creo que solo sea la intención de engañar que, por intereses económicos, tiene muchos sectores. A menos cosecha más precio de uva, por ejemplo, si se eleva menos precio de uva, igual pasa con el precio del vino, a más vino menos precio y viceversa. Pero a eso ya estamos acostumbrados desde hace años y filtramos, tamizamos las noticias según de quien y donde vengan.
Algo raro veíamos, y así lo comentamos incluso la semana pasada, cuando veíamos que los vinos no terminaban de arrancar e incluso bajaban algo, cosa que, con la cosecha esperada, no tenía razón de ser.
¿Qué es lo que sucede?, aparte de lo que les digo, sinceramente creo que se ha debido este año a dos factores, uno puntual, que se ha dado este año, y que ha sido una sorprendente recuperación del viñedo con el paso de los días, que ha sido capaz, con cuatro gotas que cayeron, de recuperarse y de terminar ofreciéndonos más cosecha de la que tenían en un principio, con una uva con más peso y más caldo.
Y la segunda, y que ya llevo años diciéndolo, es que no somos capaces de evaluar el aumento de cosecha debido a la nueva entrada en producción de los viñedos plantados por la reconversión, El estar cuatro o cinco años viendo que, por ejemplo, la planta de airén se terminaba, nos mostraba el importante crecimiento del potencial productivo que tenemos, y eso no lo sabemos, yo el primero, evaluar correctamente. No solo hay que ver si esta campaña han entrado en producción, por ejemplo, 20.000 hectáreas nuevas, no, es que hay que evaluar que las que el año pasado entraron y tuvieron tres kilos, este año tienen seis y las de año anterior, que primero tuvieron tres y el año pasado seis, este año tienen 12, por lo que la cantidad se multiplica cada año mucho más de lo que evaluamos y esto nos tiene muy engañados.
Rectificamos por tanto, o mejor, volvemos a nuestras primeras impresiones, una cosecha superior entre un 10 y un 15% a la del año pasado.

De todas formas reiterarme en el artículo de la semana pasada: Sigo creyendo que no tenemos que asustarnos y que la comercialización de este año de nuestros vinos no debe ser excesivamente complicada, tenemos más cantidad, sí, pero tenemos menos excedentes y tenemos la ventaja de las bajas cosechas de la práctica totalidad de los países productores, por tanto vuelvo a insistir que hay que ir vendiendo, por supuesto, pero que no hay ni que tirarse a la piscina, ni ponerse nerviosos, vamos a sacar esto adelante, seguro. La primera oportunidad la tenemos el lunes y martes próximos en la feria de Ámsterdam, en la World Bulk Wine Exhibition, donde podremos comenzar a vender nuestros vinos.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Analicemos la campaña

Parece que hay gente que le cuesta mucho hacer un análisis de campaña, unas veces es difícil, otras no tanto. Y a pesar de que en este mundo del vino es difícil acertar, el hacer un análisis de los mercados, de la situación, posibilidades, etc. Siempre ayudará a poder hacer un balance, una planificación de lo que la campaña puede dar de sí. Repito, te puedes equivocar, pero si tienes unas pautas y no hay nada extraordinario, nueve de diez veces acertaras en la totalidad o en parte. Eso vamos a intentar hacer esta semana, aún a riesgo de podernos equivocar.
Y es que estoy notando, viendo, en el mercado una actitud extraña, hasta un cierto pesimismo, cuando creo que no hay motivos para tenerlo. Veamos:
Comparando en primer lugar con la campaña pasada en la que la comercialización no tuvo problemas excesivos. Tuvimos 44 millones de hl. De cosecha, y no solo comercializamos esta cantidad, además redujimos los excedentes den casi tres millones de hl. El año pasado Francia, Italia, Portugal, Alemania… Tuvieron más cosecha que la que han tenido este. En el hemisferio sur, vendimia del 14, tuvieron más de la que han tenido en el 15.  A nivel europeo y mundial había más cosecha, sobre un 5% más.
Este año vamos a tener una cosecha muy similar, para el ejemplo que les estoy poniendo voy a poner una cosecha idéntica, 44 millones de hl.
Tenemos mejor calidad, empecemos por ahí. Es cierto que más precio, pero no excesivo. Luego.
Francia, Alemania, Portugal han tenido menos cosecha, Italia similar pero con una pudrición enorme que deja mucho que desear la calidad de sus vinos. El hemisferio sur ha sido un desastre, Argentina ha tenido la peor cosecha de los últimos 30 años, A nivel europeo y mundial, como antes les digo, la cosecha se ha visto reducida al menos en un 5%.
Entonces ¿Qué tenemos que temer? ¿A qué ese nerviosismo, apenas terminada la vendimia? Lo que no se puede hacer es creerse el ombligo del mundo y cuando te vienen a comprar poco menos que reírte delante de sus narices, claro, dan media vuelta y se van a Italia y compran, Y Italia, ya lo saben ustedes, siempre se aprovecha de estas circunstancias.
Y es que hay ocasiones que parece que los designios del mercado están en… por decirlo de alguna manera, no las mejores manos…
Mi consejo es que no tengamos prisas, ni nos pongamos nerviosos, que vayamos vendiendo, por supuesto, hay que ir vendiendo, pero sin nervios, con tranquilidad, los compradores, los operadores extranjeros van a venir, sencillamente porque tienen que venir, porque no tienen otro remedio. Francia, por ejemplo, necesita nuestros vinos, y no es cuestión de que quieran o no, es que tienen que venir, a la fuerza.
¿No piensan que esto puede ser una postura comercial, legal y normal por otro lado, en la que están dejando, conociendo el percal, que España se ponga nerviosa para hacer luego, con precios a la baja?, una gran compra que pille a mucha gente desprevenida y que cuando quiera subir el vino ya sea, por decirlo de alguna manera, tarde…
Miren las circunstancias que rodean el mercado global, miren las cosechas que hay, el vino que tenemos en Europa en Existencias y el que normalmente hace falta y verán que no hay que ponerse nerviosos, que si el año pasado comercializamos, en circunstancias más adversas, 44 millones de hl. Más tres de excedentes, este año las circunstancias son bastante más favorables y debemos de comercializar esta cosecha sin problemas, siempre, eso también hay que dejarlo claro, que hay una contención de precios y una comercialización pausada pero continua, sin nervios y sin estridencias, sin deprimirse y sin grandes aspavientos, sin que los precios bajen ni suban excesivamente.

Si es así, y tomando siempre las salvedades naturales de que se puedan producir circunstancias extraordinarias, que puedan cambiar este pronóstico y que nadie puede adivinar, pero dándose las cosas normales, el análisis frio y con datos, nos lleva a una conclusión y es que vamos a, tenemos que, comercializar nuestra cosecha sin problema alguno. Ahora, quien quiera vender a la baja, que lo haga, pero creo que no hay motivo.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Cierre de vendimias, comienza una esperanzadora campaña

Las vendimias se pueden dar por terminadas en toda España, no sé si quede algo pero si es así es mínimo, la vendimia 2016 se puede dar por cerrada en toda España

A modo de resumen se puede decir que ha sido esta una vendimia que ha ido de menos a más en cuanto a cantidad esperada, ya que las previsiones al inicio de ella eran muy pesimistas, pero poco a poco y en algunas zonas, ha ido aumentando hasta el punto de que en muchas zonas de la mitad norte sobre todo de España, han tenido una cosecha record o una muy buena, como en Rueda, Rioja, Rivera del Duero, etc. Sin embargo en la mitad sur y el levante la sequía ha hecho su efecto pernicioso y ha bajado la producción, aunque en menor medida de la que en un principio esperábamos.
Resultado de imagen de vendimiaEsto nos lleva a decir que si no es por la sequía, las primeras previsiones de primavera en la que se esperaba una cosecha muy buena, eran ciertas y lo hubiera sido si no es por la falta de agua.
Otra circunstancia es el incremento generalizado del precio de la uva pagado a los agricultores, como es lógico, sobre todo en las zonas de más escasez, así en Mancha, la subida ha sido por término medio de un 25% sobre la cosecha del año pasado.
Esto nos lleva a que los primeros precios de graneles que se han empezado a pagar para las primeras operaciones que se han realizado, también han ido al alza y se han visto incrementados hasta, sobre los casi 3 euros hectógrado en blancos y 3,25 los tintos, Llegándose a pagar 4 euros por algunos varietales.
Las perspectivas de futuro de campaña es lo que hay que mirar, y si vemos el entorno internacional, la verdad es que personalmente no lo veo malo. Nuestros principales competidores y productores tienen mermas importantes, sobre todo Francia, Portugal, menos Alemania, Italia. Y la cosecha habida en el hemisferio sur tampoco fue buena, por tanto hay un déficit de vino en el ámbito mundial que seguro que nos ayudará a tener una comercialización fluida de nuestros vinos, sobre todo si los vinos no elevan sus precios exageradamente.
Las calidades, en general buenas o muy buenas, exceptuando las zonas donde más ha afectado la sequía, en donde las uvas de secano no han llegado a madurar correctamente y por tanto tienen un déficit de calidad. Las graduaciones también han estado muy por debajo de lo normal, siendo esto una característica prácticamente generalizada en toda España. Los rendimientos de la uva también han bajado con respecto a años anteriores, todo debido a la sequía.

De momento tampoco estamos teniendo un otoño lluvioso en donde más falta hace el agua. Esto es ya preocupante, pues, aunque sea mucho vaticinar y pueda cambiar en cualquier momento, si este otoño-invierno-primavera, no son generosos con las lluvias, la campaña del próximo año, en estas zonas más afectadas por la sequía, pueden ser un desastre, pero eso ya es mucho adelantar, esperemos que cambien, en los próximos días anuncian lluvias en toda España, y ya se lo iremos comentando a ustedes conforme vayan llegando las fechas.

viernes, 28 de octubre de 2016

Uvas tiradas al suelo ¿Es la solución?


Las denominaciones de Origen de toda España, limitan las producciones por hectárea. Particularmente el bajo rendimiento mejora indudablemente la calidad de la uva, siempre que se ha haga en su momento oportuno, si no, no vale para nada.
Resultado de imagen de uvas tiradas en el sueloEstos días estamos viendo que en sitios donde la cosecha ha aumentado considerablemente, no solo con respecto al año, sino con las previsiones  que había hasta hace pocas semanas, s está tirando la uva al suelo para no subir producciones y ser descalificados o sancionados por los consejos reguladores. Y la verdad no lo entiendo, ya que de poco le vale a la calidad del resto de la uva.
Comprendo y apoyo la vendimia en verde, que luego se quiten racimos cuando comienza el envero, para aportarle toda la fuerza y componentes a la uva que se deja. Esa uva, efectivamente, en cepas descargadas, aumenta en calidad al tener menos rendimiento por hectárea, eso está bien y es el fin, buen fin, que persiguen los consejos reguladores y muchas bodegas, con el fin de aumentar la calidad de la uva que queda y del vino por tanto.
Resultado de imagen de uvas tiradas en el suelo
Pero lo que están haciendo ahora es, podríamos calificarlo y sin ganas de polemizar, absurdo, sencillamente porque tiran la uva mientras la están vendimiando, lo que no repercute, absolutamente en nada en la calidad de la que va a la bodega, al ser exactamente igual que la que se tira. El primordial fin que se persigue no se consigue y por tanto tirarla, además de ser una pena, es igual que si no se tira al no mejorar la calidad, como ya les he comentado.
Esa uva o bien podría ir a vinificación aunque no estuviera acogida a las Denominaciones de Origen, o bien, vendimiarla aparte y llevarla a bodegas fuera del consejo para que también se vinificasen aunque no fuera protegida por esa denominación, sea la que fuere.
Lo que es una pena es tirar al suelo una uva que está perfectamente madura y que puede dar un vino, mejor o peor, pero que puede ser exactamente igual que el que se ampara por la denominación. Incluso he visto maquinas vendimiadoras vertiendo directamente la uva recogida en lugar de a un remolque, al suelo.

No sé, quizá sea conflictivo de cara a los consejos reguladores el intentar compaginar una cosa y otra, lo que sí está claro es que la calidad de la uva que amparan no gana nada por echar un racimo a la caja y otro al suelo, de la misma cepa. Y lo que si es cierto es que uvas cuidadas, maduras y de una calidad más que aceptable es una pena que se tiren al suelo.

viernes, 21 de octubre de 2016

Una vendimia sin vendimiadores


Se van terminando las vendimias en toda España, los mostos terminan de fermentar y los nuevos vinos comienzan su largo y tranquilo reposo en los depósitos, tinajas o barricas, todo como cada año, todo igual, ¿O no?
Resultado de imagen de maquina vendimiadoraPues no, quizá no nos estemos dando cuenta pero cada año va cambiando un poquito más la vendimia.
Y es que este año, cuando ya llevábamos una semana o diez días de vendimia, al ir de un lado para otro por las carreteras de La Mancha, me di cuenta de una cosa que me llamó enormemente la atención, y es que no había vendimiadores, por más que miraba, no veía vendimiadores en el campo.
Cada año, nada más empezar la vendimia, nuestros campos se comenzaban a ver repletos de cuadrillas, que con navaja en mano, sus capachillos o cajas iban recolectando la uva para echarla al remolque y llevarla a la bodega, sin embargo, bien entrada la vendimia no se veían vendimiadores por el campo.
Supongo que semejante sensación daría hace ya muchos años, cuando en época de siega del cereal, se dejaron de ver a los segadores, con la hoz a la cintura, cortando los haces de mies, para llevarla a la era a trillar, aventar y sacar el grano. Cosa que ha pasado a la historia.
Igual está pasando con la vendimia y de manera más significativa con los comienzos de las vendimias.
Y es que primeramente se vendimian los varietales nuevos plantados, más adelantados normalmente que las variedades autóctonas. Así, lo primero que se vendimia, en el ejemplo de Mancha, pero válido para todas las regiones, son los moscatel grano menudo, chardonnay, Sauvignon Blanc, Merlot. Etc. Todas estas variedades proceden de la reconversión del viñedo, todas puestas en espaldera y que, por tanto, todas se vendimian con máquina.
De esta forma veías por el campo máquinas vendimiadoras, remolques, adaptados ya todos para poder llevar la uva procedente de la vendimia con máquina, es decir, herméticos para no perder el caldo que rezuma esta uva así vendimiada. Mucho “trajín” en el campo, pero de máquinas solamente para arriba y para abajo, pero ningún vendimiador.
Luego, una vez que todas estas viñas se han recogido, si se alternan ya máquinas y personas, y entra el vendimiador al campo a recoger la uva de la cepa de vaso, la tradicional, la de siempre.
Y es que cada año aumenta la superficie plantada en espaldera, que se vendimia con máquina, y disminuye la plantada tradicional, por el arranque principalmente. Es el progreso, y los gastos de producción que se reducen enormemente de tener un viñedo plantado a pie a tener uno en espaldera, es normal.
Y quizá nos tengamos que ir acostumbrando a no ver vendimiadores y que estos sean sustituidos por máquinas en nuestros campos. O al menos que cada año se nos haga más extraño ver a estas personas bajo el sol cortando racimos de uva y sea casi anecdótico el ir al campo, como quien va a ver algo curioso, donde se vendimie la uva con tijeras y capacho, bajo el sol de La Mancha.

Manzanares, 18 de octubre de 2016

viernes, 14 de octubre de 2016

Etiquetas Virales


Si quieren que les diga la verdad no pensaba escribir sobre ellas, se ha escrito mucho y pensaba que si lo que hacemos es darles propaganda, esto puede cundir como setas en un otoño húmedo. Y, sinceramente, a mí no me gustan

Hay muchas, con nombres que, cuando menos son extraños, groseros otras veces y buscan, siempre su minuto de gloria. Esta semana ha estado circulando una etiqueta, contra etiqueta mejor dicho que rezaba: “Tinto de fuerte color, rojo púrpura intenso con ribetes violáceos, muy expresivo y afrutado en nariz con taninos vivos en boca y con gran estructura. Como si te digo que… unos léperos vampiros, de buena familia, lo recolectan solo en noches de apareamiento del cernícalo real mientras escuchan Chiquetete (los leperos). Acto seguido se fermenta en barricas de tungsteno construidas por glamurosos enanos carlistas con crestas de colores. Te lo vas a creer igual." 
Resultado de imagen de vino sin etiquetaNo voy a poner ni la zona, ni la marca, no quiero, al menos desde aquí, hacer propaganda a algo que, al menos yo, no comparto, pero supongo que la mayoría de ustedes saben de lo que hablo.
Hay principalmente  y a mi modo de ver tres cosas malas y una buena, cuando menos.
 Empezando por la buena, pues que se habla de vino, quieras que no es una propaganda gratuita para ese vino y para el vino en general, que haya miles o cientos de miles de personas que lo lean, lo compartan y lo den a conocer. Últimamente en el márquetin dice que todo vale, y quizá sea así, no cabe duda que han conseguido que se hable de este vino y quizá que se compre,  ha sido una publicidad gratuita en las redes, que tomado de este punto de vista está perfectamente conceptuada. Lo que hay que preguntarse es eso, es si todo vale.
Las malas, primeramente, el ridiculizar el vino y su cata, cuando se hace por profesionales. Es cierto que muchas veces se ha abusado de poner nombres, adjetivos, cualidades raras y poco menos que imposibles de reconocer por el común de los mortales, de eso ya se ha hablado mucho y se está corrigiendo, llevamos años comentando que hay que hacer más sencillo el consumo del vino, su lenguaje y quitar todo, o al menos parte, del tabú que lo rodea (por otra parte ese tabú también es agradecido por mucha gente).
En segundo lugar, algo que me preocupa que se haga por parte de una bodega o marca, ya que si lo veo muy importante. Y es que yo veo una manera de ridiculizar al consumidor, vamos, de llamarlo tonto, en una palabra, aborregado y que no tiene ni la más remota idea de lo que se le dice, por eso se le puede engañar. Es dejar al que compra esa botella a la altura del betún, tratarlo de inculto, “te lo vas a creer igual, termina la contraetiqueta, es decir, te diga lo que te  digan como ni tienes conocimiento ni entiendes, te lo vas a creer, como si te digo que sabe a gominolas del Caribe.  Lo veo como reírse y denigrar al consumidor y eso sí que me sienta mal. Solo por eso, no lo admito.
Y la tercer y última, es, la verdad, una pena, y es que en los cientos o miles de comentarios que he leído, unos a favor, otros en contra, en un sentido o en otro, en ninguno he leído una cosa tan sencilla como importante. Y es comentar lo que hay dentro, si estaba bueno o malo, si merece la pena comprarlo o no, si tras esa etiqueta hay algo a comentar: EL VINO. Y no he visto nada de eso. Una pena.

Manzanares. 11 de octubre de 2016

viernes, 7 de octubre de 2016

Terminando vendimias


Si cogemos los datos desde la primavera hasta ahora, y los que vendrán luego, veremos que esta vendimia ha sido conflictiva desde un principio, y el caso es que termina igualmente conflictiva
Allá cuando brotó la viña, con unas recientes y abundantes lluvias primaverales (Aunque no del otoño e invierno anteriores) y con una muestra de uvas más que buena. Con un desarrollo estupendo. Todo hacia prever que tendríamos una cosecha de las llamadas grandes y efectivamente quien lo decía no mentía ya que lo que la viña nos mostraba era eso.
Pero, como se suele decir en aquella época, aún le quedan a la viña muchos días y noches en el campo y hasta que la uva no llega al lagar, no se puede decir nada… Y llegó el largo y caluroso verano, que hasta el día de hoy nos llega, ya en octubre, y las lluvias no llegaron y la cosecha comenzó a mermar, a mermar, cada día había algo menos, la uva se quedó, en el secano, pequeña y sin peso. Y así llegamos a esta vendimia donde la uva de regadío está totalmente sana, ha madurado correctamente y nos dará vinos de excelente calidad, pero tenemos una gran cantidad de uva de secano que no ha llegado a madurar correctamente, se ha paralizado y tenemos una uva con poco caldo, poco, poquísimo grado y descompensada. Sana de apariencia, pero que deja mucho de desear en otros parámetros analíticos.
Así las cosas tendremos una cosecha con una calidad aceptable, quizá con diferencias sustanciales entre vinos que pueden tener una altísima calidad, y otros que no llegarán a ella. Poca graduación general. Este año vinos blancos con 12 o más grados serán difícil de conseguir Y una cantidad que ha ido mermándose día a día y que es difícil de evaluar, pero que en estos días se estima que pueda estar entre los 40 y 44 millones de hectólitros.
Esta tónica es general, Europa tiene menos cosecha en general, Tanto Francia, como Italia, Alemania y Portugal, han visto mermadas sus cosechas por diferentes motivos. Y en la cantidad total de Europa, por tanto, va a bajar la cantidad elaborada considerablemente.
A todo esto hemos visto cómo el precio de la uva ha ido aumentando casi tan proporcionalmente como la uva iba disminuyendo, y hemos tenido una vendimia “caliente” en cuanto a precios se refiere, con continuas subidas y donde muchas bodegas han hecho y están haciendo lo posible por llevarse a sus lagares la mayor cantidad de uva posible, viendo la merma que había. Ha habido, además, en algunas poblaciones un “pique” enorme entre las bodegas que ha llevado a subidas que no han sido respaldadas por la generalidad de las bodegas de la región, pero que ahí quedan como constancia de la guerra de precios que hemos tenido
Entrando ya en vinos y comercialización, la verdad es que se espera una comercialización sin grandes problemas, no debe de costar mucho trabajo el colocar este año los vinos, ya que a nuestra corta cosecha se unen, como arriba les indico, una merma casi mundial de producción de vinos.
Los precios de los vinos a granel aún no han salido de manera generalizada, y es normal, visto lo que más arriba les comento. Al no tener un precio fijo y definitivo de la uva, es normal que nadie se quiera arriesgar a venderlos y pillarse las manos.
Por otra parte el saber que hay poco vino, hace que muchos elaboradores, una vez metido el vino en bodega, se resistan a vender, esperando posibles subidas en el vino a lo largo de la campaña y en la seguridad, así lo creen al menos, de que cuando lo quieran vender no tendrán excesivos problemas en hacerlo y esperan que el precio del vino suba, o al menos, de lo que si están seguros es en la creencia de que no bajaran, que hay muchas más posibilidades de que suban que de que bajen.
Y así lo creo yo también.
Ahora veremos cómo se va desarrollando esta campaña, desde el correo del vino, como siempre, le iremos informando

Manzanares, 4 de octubre de 2016

viernes, 30 de septiembre de 2016

Rebaja obligada en los precios del orujo


Este año los orujos van a ver rebajado su precio. Esto es bueno saberlo lo antes posible ya que influirá en el coste de elaboración, no de una manera decisiva, ya que cada día tenía menos importancia, pero algo se verá influenciado. Motivos los hay y conviene explicarlos.
Hay que partir de la base de que España, lo he dicho en numerosas ocasiones, es la niña mimada por parte de las alcoholeras, si la comparamos con lo que pasa en el resto de países, no de Europa, del mundo entero. En cuanto a subproductos se refiere.
Hasta ahora se ha podido mantener un precio elevado por estos subproductos, debido principalmente a dos circunstancias: La primera gracias a las ayudas europeas que llegan desde Bruselas a través de la Consejería de Agricultura y, sobre todo y segunda, al precio que tenía la semilla de la uva, que durante estos años ha mantenido un precio bueno, y que era la defensa principal de  los subproductos por parte de las destilerías. Esto, por desgracia ha cambiado y el precio ha bajado enormemente, casi hasta despreciarla, debido a los excedentes de aceite de semilla de uva y que el biocombustible también ha bajado repercutido por la bajada mundial de los precios del petróleo que ya no hacen tan interesante el consumo de biocombustibles.
Si vemos otros países lo comprenderemos mejor. En países terceros, donde no hay ayuda al orujo, como pueden ser Argentina, Chile, Australia, Sudáfrica, etc. Sencillamente no se paga nada por los subproductos y las destilerías son meros gestores de residuos, sin aporte económico ninguno a las bodegas.
Hay países donde si tienen ayuda como Francia, que tampoco pagan nada por los residuos, solamente, y a modo de favor, el transporte desde bodega a destilería, y digo como favor ya que en teoría al menos, el transporte debe ir por cuenta del elaborador, no de la alcoholera.
De esta manera y por estos motivos las alcoholeras Españolas se van a ver obligadas a rebajar este año el precio de la compra de orujos en prácticamente un 50%, y haciendo un gran esfuerzo, ya que la granilla, como les indico antes, en lugar de poderse vender para aceite, que era la defensa que se tenía en el orujo, deberá de ir solamente para biomasa (cuyo precio también ha bajado) o a compostar, con el consiguiente perjuicio económico.
De todas formas, una vez más las alcoholeras españolas nos demuestran su alto grado de implicación y compromiso con el sector del vino, sobre todo en su parte cooperativista y elaboradora, generadoras de estos residuos. A pesar de estar pasando por las dificultades naturales desde que las entregas se eliminaron, siempre han estado a favor del sector. Y de esta forma, mientras en muchos otros países, como les indico, las alcoholeras han decidido no pagar nada por los subproductos, las españolas, aun teniendo que rebajarlos, siguen aportando esa ayuda económica que tan bien le venía y viene a todas las bodegas a la hora de reducir costes de elaboración.

Y estoy seguro que tan pronto la coyuntura internacional cambie, los precios podrán volver a subir, en mayor o menor medida sus cotizaciones.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Vendimia caliente

(Y no solo por las temperaturas)

Cuando, apenas empezada la vendimia se pusieron precios y la tranquilidad reinaba en el sector, nada hacía presagiar lo que apenas unos días después pasaría.
Y es que de la noche a la mañana el precio de la uva comenzaba a subir, como nunca antes (creo recordar que sucedió algo parecido en la vendimia de 1989, cuando el mildiu arrasó la cosecha de Mancha) el caso es que en el fin de semana pasado contabilicé cuatro subidas del precio de uva.
Y es que cuando suena una alarma, con mayor o menor razón, parece que una especie de histeria se apodera del mercado y parece, por un lado que no hay uvas, y por otro que subiendo habrá más uvas de las que realmente hay. El caso es que esto, quizá no tan extremado, nos pasa a menudo.
La cantidad de cosecha la evaluaremos a su debido tiempo, efectivamente la merma ha ido y va en aumento debido a la sequía, y en estos momentos poca gente se atreve a predecir con un mínimo de seguridad la cosecha que tendremos, más cuando hay que restar por un lado sequía y sumar por otro la nueva producción.
Y ahora, aunque tendremos tiempo de comentarlo, hay que comenzar a hacer planificaciones de la comercialización de la nueva cosecha con unos precios del vino que inevitablemente irán al alza, lo que trabará y dificultará, en mayor o menor medida, esta comercialización sobre todo en los mercados internacionales. Evaluar también si se dan las condiciones para que el precio durante la campaña esté estable o sufra variaciones al alza o a la baja. De esto dependerá enormemente la climatología, ya que si volvemos a tener un otoño y primavera secos, las previsiones serian catastróficas y subiría bastante, y si es todo lo contrario al vino le puede pesar al final el precio.
Estamos pues ante una vendimia y un inicio de campaña conflictivo, caliente y que nos puede llevar a tener que pensar mucho lo que hacemos antes de comprar o vender vino.
Tenemos la ventaja, por llamarla de alguna manera, que el descenso de cosecha es general en los países productores europeos, por lo que esta merma general de cosecha puede beneficiar la comercialización de la misma. Tanto Francia, como Italia, Alemania y Portugal, ven mermadas sus cosechas.

No obstante tenemos por delante un bonito reto, con unos precios más acordes a los que deberían tener nuestras uvas y vinos, como norma general y a los que tendremos que exportarlos, demostrando que tenemos calidad suficiente para poder competir con otros vinos, y que no sea solamente por el precio.

El precio de la uva está variando y no en todas las poblaciones está al mismo precio, pero los siguientes son los más generalizados y representativos:
  • *Airén y Macabeo: 0,01683 euros/kilogrado (2,80 ptas/kilogrado) (Se llega a pagar a 0.01803 3 ptas grado kilo)
  • *Tintas normales: 0,01983 euros/kilogrado (3,30 pesetas/kilogrado)
  • *Varietales (Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah) : 0,02404 euros/kilogrado (4,00 ptas/kilogrado)
En la mayoría de  los casos, se dan dos pesetas por kilo en concepto de portes o bonificación

jueves, 15 de septiembre de 2016

Así no, sindicatos, así no

En defensa de las bodegas y empresarios de Valdepeñas

Lo comentaba estas semanas de atrás, pero creo que hay gente que ya se está pasando. Y necesita una contestación, contestación que quizá los afectados no la puedan/quieran dar, pero que creo necesaria en defensa de estos ataques tan desproporcionados.
Y, sinceramente, aunque creo que puede crear polémica, no me importa, me creo con la suficiente edad y experiencia para poder decir lo que pienso. Cosa que, además, he hecho siempre y ustedes, quien me sigue, lo sabe.
Me voy a referir a la actitud que tienen algunos sindicatos, mejor dicho, algunas personas de estos sindicatos, ya que no creo que todos respalden esta forma de actuar. En contra del precio que se le pone a las uvas.
Es de todos sabido que todos los años, sea cual sea el precio de la uva, se quejan, vale, está dentro de su sueldo, en vendimia hay que quejarse del precio de la uva, en verano del melón, en primavera del cereal y cuando hay cada producto, siempre hay que quejarse del precio, es su papel y está bien defender el precio de los productos agrarios, no seré yo quien diga lo contrario, ni mucho más o menos. Otra cosa, como veremos más adelante son las formas.
Esta misma gente normal y extrañamente, el resto del año permanecen callados. Es raro que cuando el vino se ha caído de precio, propongan soluciones, ahí está la hemeroteca. Tampoco cuando el producto sube excesivamente, reclaman una bajada consensuada, sigue estando la hemeroteca. Eso sí, en vendimia, toca protestar.
Y, como digo, una protesta normal, elevada en algún caso, reivindicativa, es aceptable, están en su papel. Lo que ya no está en su papel es el insulto y el ataque personal o empresarial, como este año han hecho y, a mi modo de ver, se han pasado tres pueblos, como se suele decir.
Así, hemos leído declaraciones, como:

“miserable actitud” de las grandes bodegas de Valdepeñas

Guerra a industriales déspotas del vino en Valdepeñas
Hombre, llamar miserables o déspotas, es ya una cosa muy seria, es, como digo antes, pasarse. Yo siempre he enseñado a mis hijos que cuando las discusiones se convierten en gritos, insultos, o se llega a las manos, se pierde toda la razón, sencillamente porque se deja de ser persona racional para convertirte en animal irracional, Y eso parece que les ha pasado a algunos esta vendimia, que por otro lado comenzó y está más tranquila. Pero está visto que hay quien si no tiene su minuto de gloria, o lo que para él se cree que lo es, no se queda a gusto y se cree con el derecho al insulto y a la descalificación a una persona o a una empresa.
Yo siempre apoyo un precio justo de la uva, pero este artículo no va por ahí. Si digo siempre que a nadie se le pone una pistola en la cabeza para llevar la uva a ningún sitio, que es libre y a nadie se le obliga a venderla.
Creo, para terminar, que estos sindicalistas deberían pedir disculpas a estas bodegas y reivindicar sus  creencias o peticiones, de una manera, cuando menos educada.
Quizá Valdepeñas sin estos tres empresarios, a los que tanto critican, no sería Valdepeñas. Gente que se esfuerza y que impulsa desde hace décadas algunos, el nombre de Valdepeñas por el mundo entero. Gente que da trabajo a muchas personas y que cada año se juegan un capital a la hora de enfrentarse a una vendimia sin saber lo que pasará luego. Gente que, si, puede ganar dinero, pero también puede perderlo, no sería la primera vez. Empresarios que sacan un nombre y un producto adelante. Y que, sin ellos, quizá la uva de Valdepeñas no tendría ese sobre precio que tiene con respecto a la de su entorno.

Y si no, como yo digo siempre a estos sindicalistas tan listos y que saben tanto, cuando tanto arman y se quejan del precio. Que monten ellos una bodega si tan fácil es, compren uva y se hinchen a ganar dinero. Así de sencillo

jueves, 8 de septiembre de 2016

Primeras uvas, primeros precios, primeras reacciones


Atrás quedaron las vendimias en las que la incertidumbre de los precios, traspasaba los primeros días de corte de uvas, y hasta, algunas veces ya entrada la vendimia no se sabía a qué precio se pagaría la uva, con la consiguiente duda tanto para agricultores, como elaboradores y compradores
Hoy, gracias a la legislación, vigente, cuando se lleva un remolque de uvas a la bodega se debe saber el precio al que se vende o compra. A mi modo de ver es bueno, ya que desde el principio todo el mundo sabe con qué cartas cuenta para jugar, el agricultor sabe lo que va a cobrar, el elaborador a qué precio compra y, por tanto, a qué precio puede vender y el comprador, igualmente, si el precio de compra será el generalizado o no. Antes, recuérdenlo, se hacían compras y ventas un poco a ojo, con el consiguiente posible quebranto económico para unos y otros.
Resultado de imagen de vendimia 
Una vez sabido el precio, vemos este año, que ha habido una aceptación más o menos generalizada. Los sindicatos agrarios y agrupaciones de agricultores han formulado sus quejas por él, según ellos, bajo precio, pero lo han dicho con la boca pequeña, es decir, su papel es no estar nunca conforme con el precio que se ponga, sea el que sea, pero como lo esperado era esto, y el precio no es malo del todo para nadie, una vez constatada su queja creo que no llegue a más, al menos en lo general, siempre hay excepciones, pero creo que se ha aceptado con buen grado por todos.
Y es que este año impera la continuidad. Un cosecha similar a la pasada, mermada por la sequía, que puede ser algo superior, o hay quien apunta a inferior, pero sea cual sea ni estamos ante una cosecha grande, ni ante un desastre de cosecha. Esto nos lleva a que lo normal es que el precio de los vinos salga igual que el año pasado, y la continuidad vuelva a ser la tónica de este año.
Y si analizamos esta “continuidad” a todos les ha satisfecho, quizá en diferente grado, pero nadie ha salido del todo mal en esta campaña y puede ser el fiel reflejo de esta próxima. El agricultor, más o menos sacó el cuello, como se suele decir, quien ha adaptado sus viñedos y los ha mecanizado, a este precio le saca algo de dinero a las viñas. Por supuesto quien tiene secano de dos kilos no lo saca. El elaborador ha vendido su vino, en primer lugar sin problemas, ya que quien más o quien menos, semana más o menos, cuando ha querido venderlo lo ha vendido. Y el precio que ha obtenido por ese vino le ha permitido sacar un beneficio a su elaboración. Y el industrial, comprador y exportador ha tenido la misma circunstancia, no ha tenido problemas excesivos a la hora de comercializar el vino y le ha sacado un beneficio a ese vino. Por tanto todos más o menos contentos.
Con estos precios, como digo, comenzamos la campaña con la continuidad del pasado año, por otro lado no hay dos campañas iguales, el pistoletazo de salida ya está dado, y no viene con malas perspectivas, ahora el tiempo y la campaña nos dirá como se desarrolla, pero no tenemos malos comienzos, puede ser otra buena campaña para todo el mundo. Y esto, créanme, me alegra enormemente. Los años en los que una parte del sector se ve perjudicada nunca son buenos para el conjunto del mundo del vino

Manzanares, 6 de septiembre de 2016

viernes, 2 de septiembre de 2016

Las vendimias en Europa


Tan pronto salgan los precios de la uva, enviaremos un extraordinario con todos los precios
Vamos a seguir hablando de vendimia esta semana ya que creo que es tema de conversación principal en el sector profesional del mundo del vino.
En primer lugar indicar lo que están adelantando de posible cosecha los países más productores de Europa, o al menos los que más nos influyen.
FRANCIA Y comenzamos por Francia, la cual espera, de momento una reducción de un 10% aproximadamente, debido a heladas primaverales, granizos y daños meteorológicos, espera una cosecha de unos 42,9 Millones de hectólitros. Esta merma comparada con la de los últimos 5 años supondría un 7% menos. Sería, de confirmarse estos datos, la tercera productora tras Italia y España. Que Francia tenga menos cosecha nos beneficia a España ya que incrementa las importaciones de vino español siempre que esto ocurre. Recuerden que Francia es quien más vino nos compra a España-
ITALIA. Ya saben que en Italia siempre hay que tomar estas noticias con una cierta precaución, pero Italia da, también en primeras previsiones, un 5% superior y rondaría los 50 millones de hectólitros. Aun así esta información es susceptible de cambios. Italia nos influye bastante a España ya que puede  unos años, hacernos competencia muy grande sobre nuestras exportaciones y otros, o los mismos, estar comprándonos vinos
ALEMANIA. Alemania espera una cosecha más o menos normal y similar a las anteriores, si cabe una ligera merma y una producción total que estaría sobre los 9 millones de hl. Ya digo que algo inferior a la media pero normal. Importante también ya que Alemania se nutre bastante de vinos españoles, a menos cosecha más importaciones.
PORTUGAL. Nuestros vecinos Portugueses esperan una merma importante, quizá la mayor dentro del conjunto de países productores. Ya que esperan 5,6 millones de Hl. Lo que supone una merma igual o algo superior al 20 %. También Portugal vuelve la mirada a España, Extremadura sobre todo, cuando le faltan vinos
ESPAÑA. Antes de nada quiero comentarles la envidia que me supone que en casi todos los países se comienzan a dar datos oficiales de estimaciones de cosecha, menos en España… Espero que con la Interprofesional cambie esto y nos puedan tener al tanto de lo que se espera a todo el mundo. Luego, en noviembre empiezan a dar previsiones a junio… casi hay que calificarlo de ridículo.
Como pueden estar comprobando y más quienes de todos ustedes reciben EL CORREO DEL VINO DIARIO, las previsiones son diversas y cambiantes. Y muy difíciles de predecir, como ya les vengo informando. Pero creo que ya es hora de arriesgarse un poco y dar mis previsiones, haciendo la salvedad de que de aquí a que termine la vendimia puede variar enormemente, en función de la climatología, ya que el secano se está mermando cada día que pasa y si lloviera cambiaria mucho. Otra cosa muy difícil de calcular es la entrada en producción de las nuevas plantaciones provenientes de los últimos años de reconversión, que son los que cada año nos sorprenden. Pero, por decirlo de alguna manera, al día de hoy creo que, en el ámbito nacional tendremos un incremento de cosecha entre el 10 y el 15%. Si es así, será una campaña en la que la comercialización, puede no ser excesivamente difícil, pero que estaríamos en el límite de que si nos descuidamos se puede poner cuesta arriba. No obstante teniendo en cuenta las demás producciones, la tendríamos que comercializar sin excesivos problemas, siempre que haya un mantenimiento de precios. Aunque hablar de esto es todavía prematuro y prefiero comentarlo una vez terminen las vendimias, tendremos tiempo para ello.

Manzanares, 30 de agosto de 2016

viernes, 26 de agosto de 2016

Comenzando vendimias. Postureo, declaraciones y precios


Poco a poco los lagares van abriendo y el olor a mosto comienza a inundar los pueblos de toda nuestra geografía. La verdad es que habrá pocos donde, de una u otra manera, en mayor o menor cantidad, no se elabore algo de vino.

Y es que es repetitiva, año tras año sucede igual, y saben que les digo: que es natural.
Sale alguien por la televisión, radio, prensa o cualquier medio de comunicación, bien sea agricultor, sindicalista o político. Le preguntan por la cosecha y las próximas vendimias. Siempre, siempre, el comentario es el mismo o parecido, calidad: Muy buena, excelente. Claro, no me imagino la que se le vendría encima al político de turno si en televisión saliera diciendo que la calidad que viene este año es mala o muy mala… Tendría que dimitir al día siguiente.
Varían diciendo que viene sana. De acuerdo, pero si a continuación dicen que la merma es considerable debido a la sequía tan tremenda que sufren algunos campos, nos debemos imaginar que en ese secano la calidad ya no es tan buena. La uva llegará sana en el aspecto de que no tiene enfermedades de hongos, pudrición, etc. Pero normalmente llegará al lagar una uva pequeña, quemada, sin caldo ni rendimiento y cuyo grado de maduración dejará mucho que desear, grado desigual, et. Etc. Sana, sí, pero con una calidad que dejará mucho que desear. Los enólogos me darán la razón por la dificultad de elaborar el mosto procedente de esas uvas, a no ser que se mezcle con uvas de regadío que compensen, en algo, que no en todo, algunos defectos de la primera. Y el comprador de uva que tiene que pagar una uva que no le va a dar rendimiento a precio como de buena cuando, como se dice normalmente, se está comprando orujo más que uva. Eso sí, les aseguro que esos futuros vinos, en su momento serán excelentes.
Menos mal que la experiencia y buen saber de los enólogos españoles corregirán esos defectos, dentro de lo posible y al máximo, para conseguir el mejor vino posible que se pueda sacar con el producto que les llega.
Pero ya les digo, este “postureo” es normal y lógico, no me lo imagino de otra manera.
Luego pasamos, como les comentaba la semana pasada y no me extenderé más en esta, a la sección de cosecha. Totalmente variable y cambiante en unción de quien lo diga. En eso estamos y en eso seguimos, y me quedo con la boca abierta cuando alegremente ponen y quitan millón es de hectólitros como quien pone y quita piezas de un castillo de juguete.

Y pasamos al tema precio, tema más serio, bastante más ya que de él depende la economía, por un lado de miles de agricultores y por otro de las empresas, bodegas y elaboradores, sustento, unos y otros del sector. Aquí ya comienza el tira y afloja normal en toda negociación donde unos pretenden el máximo precio posible y los otros el contrario. Aquí salen algunos, que no tienen prácticamente nada que ver, que han estado callados casi todo el año y ahora sí, ahora claman y reclaman un precio siempre al alza, mientras por otro lado se esgrime todo lo contrario para hacerlo a la baja. El precio depende mucho, por un lado del precio que tenga el vino en el momento de poner el de la uva, cosa que nunca he entendido bien, ya que el vino viejo puede tener un precio que cambie totalmente en función de la nueva cosecha, tanto al alza como a la baja. Y luego también, la cantidad de cosecha que se prevea, unido a otros condicionantes que hay que tomar en cuenta como mercados exteriores, producción de otros países, existencias, etc., etc.
¿Qué se habla de precio de uva en estos momentos? Pues la verdad, aunque no me gusta predecir, ya que la equivocación es fácil, si me atrevo a poner lo que es el comentario general del mercado, yo, que hablo con mucha gente, voy recogiendo opiniones e impresiones de uno y otro lado y si les puedo decir que lo que se comenta, en función de que la cosecha varíe por la sequía en más o menos, es un precio de continuidad, muy parecido, sino igual al del año pasado, que pueda variar algún céntimo arriba o abajo, como digo, en función del desarrollo climatológico que pueda tener de aquí a que comience la vendimia las viñas.
Y pronto lo sabremos, debido a la obligatoriedad de poner precio antes de comenzar a recepcionar la uva. Se lo contaremos…


Manzanares, 23 de agosto de 2016