viernes, 18 de marzo de 2016

Record de exportaciones a granel pero… ¿es ese el camino?


Los datos que nos aporta el Observatorio Español de mercados del vino, te hacen, cuando menos, pensar si vamos por el buen camino si sería mejor reconducir la manera de actuar
Marcamos record de exportaciones de vinos, es cierto, exportamos más que Italia y Francia, y esta distancia se acrecienta cada año, este año, España 24 millones de Hl. Italia 20 y Francia 15, somos líderes indiscutibles pero ¿es bueno?
En esto hay de todo pensamiento y opinión, indudablemente quien dice que es necesario y quien dice que a pesar de esto debemos volcar nuestros esfuerzos a otros mercados más rentables y considerados.
De hecho, España con sus 24 flamantes millones de hectólitros de venta, cobra por ellos 2.638 millones de euros, mientras que Francia, por 15 millones de hl. Facturó más de 8.000 millones, como verán la diferencia es brutal.
Y aunque, como digo, hay quien pueda opinar que el granel es el camino, los fríos números, los datos, nos dicen que, sin dejar el granel, debemos de ir tomando otros caminos. Estos caminos pasan por potenciar el embotellado y, también por buscar nuevos mercados, o potenciar los mercados que más valor añadido nos puedan dar por los vinos.
Siempre sacaremos más, por ejemplo, si nos volcamos en los embotellados en EE.UU, Canadá o los países del norte de Europa, como Dinamarca, Suecia… que si nuestras miras las enfocamos al granel con destino Rusia.
Y es que quizá hace unos años eran pocas las bodegas que podían salir con sus embotellados a competir en los mercados mundiales con los vinos Franceses, por ejemplo. Pero hoy en día eso ha cambiado totalmente y podemos pasear nuestros embotellados por el mundo entero y con la cabeza bien alta.
Podemos, somos y quizá deberemos ser la despensa del vino a granel donde vengan a surtirse numerosos países, no hay que desdeñarlo, por supuesto. Pero debemos de pensar si este es el único camino que queremos seguir.
Debemos de auto convencernos de que podemos y comenzar a compensar el bajísimo precio del granel con el más elevado de los embotellados, ya que esa es otra, nuestros graneles son los más baratos de estos países que nombro, por tanto vendemos los vinos más baratos que son, por otro lado, quizá los mejores.
Siempre he dicho que todos los vinos nacen como granel, pero todos se comercializan, al final, como embotellados, es decir, el consumidor final que se bebe nuestros vinos vendidos a granel, se lo bebe desde una botella (o envase cualesquiera) Lo unido que debemos perseguir por tanto es que esa botella salga desde nuestras bodegas, no que sea embotellado en otras latitudes. Y esto se consigue únicamente de una manera, ya que si no, sería imposible, y es haciendo que el consumidor lo que pida no sea una botella de vino, sino que en el súper, híper o tienda busque y coja una botella de vino español. Esa es la gran diferencia, difícil pero no imposible, Italia, hace una par de decenas de años era “la España” de ahora, la suministradora de graneles, y ahora, aun vendiendo granel, se gana el valor añadido de los embotellados, dejándonos a nosotros ese quizá dudoso mérito de ser los primeros en graneles, pero los últimos en valor, y esto, señores, se trata de empresas, valor, nombre y dinero.

Por tanto el camino a seguir queda bastante claro…

viernes, 11 de marzo de 2016

Distinguir conceptos





En estos días en los que los vinos a granel están tan revueltos, hay que distinguir entre poco vino en las bodegas y poco vino en venta. Que no es lo mismo una cosa y otra
Y quiero comentar esto, y que se me comprenda la intención, que no es otra que aclarar conceptos generales, ya que en estos días oímos frecuentemente la frase: “no hay vino, no queda vino”. Esto puede llevar a la confusión de que la gente se crea que, efectivamente, no hay vino, y que cunda un cierto pánico.
Cómo siempre se ha dicho, vino no ha faltado nunca, ni faltará.
Aclarando cosas, como ya les vengo comentando, hay que empezar diciendo que, efectivamente estamos ante una cosecha corta, que hoy día España no llegue a los 40 millones de hl. Es tener una cosecha corta. Es cierto que arrastramos excedentes que pueden compensar en algo esta merma de cosecha.
También es cierto que las exportaciones siguen creciendo, y que en estos dos últimos meses se han realizado bastantes compras, con el fin de intentar acaparar vino por si la sequía merma de nuevo la próxima cosecha.
Todo esto que les expongo es innegable y cierto, nadie lo duda.
Pero de ahí a pensar que no hay vino, va bastante distancia.
Tenemos pocas existencias y sobretodo hay que pensar que con buen criterio, los elaboradores y tenedores de vino en existencias han retraído sus ofertas, negándose a vender, en muchos casos a ningún precio. Viendo que el vino está subiendo, quieren esperar a ver hasta dónde puede llegar esto y mientras tanto no venden ni un litro de vino. Es normal se mire como se mire. Usted que está leyendo esto, haría exactamente lo mismo sin dudarlo. También es cierto que hay mucho vino vendido, pero en las bodegas aún pendiente de retirarse.
Es cierto que, de no cambiar las condiciones climatológicas, se nos aproxima un futuro lleno de incertidumbres. Si hiela, puede haber daños, pero sobre todo, si no llueve, la merma de cosecha puede ser también considerable, piensen ustedes que tal y como están las cosas hablar de una merma de un 20% sobre la campaña pasada no es ser alarmista, sin embargo ese 20%, sobre 40 millones, nos llevaría a 32 millones, y con esta cosecha no quiero ni pensar lo que podría ocurrir, cuanto más si este porcentaje aumenta. Tómense esto como un ejemplo, totalmente ficticio, ya que no se puede avanzar nada, es solamente una simulación.
Tenemos por delante, por tanto, y como les decía unos meses inciertos, donde la intranquilidad reina en el mercado y donde, como siempre, quiero hacer una llamada a la cordura, a la moderación y a que pensemos en el futuro con miras a largo plazo.
Si por culpa de estas malas cosechas los vinos subieran en exceso, ya sabemos lo que nos tocaría: perdida de mercados y clientes, que serían reemplazados por otros operadores y luego el trabajo que nos cuesta volver a recuperar esos mercados ocupados por otros vinos no tan variables en el precio.
Es cierto, me lo dicen muchos de ustedes, que es inevitable, que quien tiene vino si ve que lo puede vender a cinco, no lo va a vender a tres, eso está claro, igual pasaría y pasa cuando es al contrario.

Es por esto que sinceramente me da miedo, que miro el futuro con intranquilidad ya que nadie, tal y como están las cosas, puede predecir qué pasará en los próximos meses. 

lunes, 7 de marzo de 2016

Situación de los mercados vitivinícolas de graneles


Hay una cierta conmoción, un gran revuelo. Los vinos han subido y lo siguen haciendo, en los últimos veinte días.
Y el caso es que se veía venir. Aun así, a muchos compradores les ha pillado con el paso cambiado.
A principio de febrero, debido a peticiones de exportación se comenzaron a comprar vinos que estaban ofertados en el mercado, en pocos días estas partidas se adquirieron y comenzó a escasear vino mientras la demanda no paraba de aumentar. El resultado, visto esto, estaba claro, el vino comenzaba a subir.
Y rápidamente comenzaron las cábalas, y el rumor claro en el mercado de la escasez de vino, que de momento al menos no es tal, vino hay, lo que sucede es que no está en venta, pero no hay que ser excesivamente alarmista diciendo que nos falta vino, La experiencia nos demuestra que cada vez que hay una subida se comienza a especular con esto, a comentarse que no hay vino , cuando luego van saliendo, poco a poco, los vinos a la venta.
Es cierto que si la situación no cambia, el problema, de cara a un futuro, puede ser preocupante. Podemos enfrentarnos a una cosecha muy corta, y hasta me atrevo a decir que a otra siguiente, al menos no grande, ya que si los viñedos se quedan muy al este año a causa de la sequía, el año siguiente tampoco hay que esperar grandes cosas.
A todo esto se une una alegría, que no todo van a ser penas, y es que volvemos a ser los mayores exportadores de vino del mundo, en cuanto a cantidad, que no por precio, que baja. Y ahora nos enfrentamos también al reto de seguir exportando en cantidad considerable, pero con unos precios que se están incrementando y que no tiene pinta de que de momento cedan, antes bien lo más probables es que sigan subiendo. Veremos si nuestras exportaciones se resienten y en qué cantidad.
Pero volviendo al tema, lo preocupante es el mercado interno, este año hemos crecido en consumo, también esto se podrá ver empañado si los precios suben mucho, siempre que esto sucede, el consumo lo nota.
Pero, como se dice, el toro que hay en la plaza es el que nos toca torear, no hay otra, y la realidad, a nivel informativo es esta, que no hay oferta, que la demanda es grande, y que el precio del vino está subiendo y de momento yo no lo veo que pueda parar.
Mucha gente me pregunta hasta dónde puede llegar esta subida. Como es lógico nadie lo sabe, y la climatología, más que nunca, será la que vaya marcando el precio de los graneles, tanto blancos como tintos. Si fuera totalmente nefasta el vino puede subir mucho, a lo largo de esta campaña y de la siguiente. Y luego en función de que podamos tener más o menos vinos, y de la cosecha que se tenga en los demás países productores del mundo, esta subida será mayor o menor.

Esperemos y estemos atentos a ver que va sucediendo, no cabe duda que nos quedan por delante unos meses, cundo menos apasionantes…