Los datos que nos aporta el Observatorio
Español de mercados del vino, te hacen, cuando menos, pensar si vamos por el
buen camino si sería mejor reconducir la manera de actuar
Marcamos record de
exportaciones de vinos, es cierto, exportamos más que Italia y Francia, y esta
distancia se acrecienta cada año, este año, España 24 millones de Hl. Italia 20
y Francia 15, somos líderes indiscutibles pero ¿es bueno?
En esto hay de todo
pensamiento y opinión, indudablemente quien dice que es necesario y quien dice
que a pesar de esto debemos volcar nuestros esfuerzos a otros mercados más
rentables y considerados.
De hecho, España con sus 24
flamantes millones de hectólitros de venta, cobra por ellos 2.638 millones de
euros, mientras que Francia, por 15 millones de hl. Facturó más de 8.000
millones, como verán la diferencia es brutal.
Y aunque, como digo, hay
quien pueda opinar que el granel es el camino, los fríos números, los datos,
nos dicen que, sin dejar el granel, debemos de ir tomando otros caminos. Estos
caminos pasan por potenciar el embotellado y, también por buscar nuevos mercados,
o potenciar los mercados que más valor añadido nos puedan dar por los vinos.
Siempre sacaremos más, por
ejemplo, si nos volcamos en los embotellados en EE.UU, Canadá o los países del
norte de Europa, como Dinamarca, Suecia… que si nuestras miras las enfocamos al
granel con destino Rusia.
Y es que quizá hace unos
años eran pocas las bodegas que podían salir con sus embotellados a competir en
los mercados mundiales con los vinos Franceses, por ejemplo. Pero hoy en día
eso ha cambiado totalmente y podemos pasear nuestros embotellados por el mundo
entero y con la cabeza bien alta.
Podemos, somos y quizá
deberemos ser la despensa del vino a granel donde vengan a surtirse numerosos
países, no hay que desdeñarlo, por supuesto. Pero debemos de pensar si este es
el único camino que queremos seguir.
Debemos de auto
convencernos de que podemos y comenzar a compensar el bajísimo precio del
granel con el más elevado de los embotellados, ya que esa es otra, nuestros
graneles son los más baratos de estos países que nombro, por tanto vendemos los
vinos más baratos que son, por otro lado, quizá los mejores.
Siempre he dicho que todos
los vinos nacen como granel, pero todos se comercializan, al final, como
embotellados, es decir, el consumidor final que se bebe nuestros vinos vendidos
a granel, se lo bebe desde una botella (o envase cualesquiera) Lo unido que
debemos perseguir por tanto es que esa botella salga desde nuestras bodegas, no
que sea embotellado en otras latitudes. Y esto se consigue únicamente de una
manera, ya que si no, sería imposible, y es haciendo que el consumidor lo que
pida no sea una botella de vino, sino que en el súper, híper o tienda busque y
coja una botella de vino español. Esa es la gran diferencia, difícil pero no
imposible, Italia, hace una par de decenas de años era “la España” de ahora, la
suministradora de graneles, y ahora, aun vendiendo granel, se gana el valor
añadido de los embotellados, dejándonos a nosotros ese quizá dudoso mérito de
ser los primeros en graneles, pero los últimos en valor, y esto, señores, se
trata de empresas, valor, nombre y dinero.
Por tanto el camino a
seguir queda bastante claro…