viernes, 27 de enero de 2017

Cosecha, pasada, presente y futura

Hay muchos temas importantes en esta semana, este artículo, en un principio iba a ser sobre Fitur y el enoturismo, tiempo habrá, la actualidad rabiosa del mercado de vinos, esencia de la información de El Correo del Vino, nos lleva a tener que desgranar e informar de estas nuevas noticias.
Y empezamos por la cosecha, la pasada, y en parte presente, el Ministerio saca nuevos datos de producción a Noviembre. Aplaudimos esto, por fin, nos van informando, con algunos meses de retraso, pero al menos sabemos por dónde vamos aunque sea un poco a toro pasado, los datos ampliados los tiene quien recibe el correo del vino diario, si no, los pueden ver en la página del Ministerio, entonces a grandes rasgos, para no abrir, podemos decir que la cosecha la cuantifican, a noviembre en 42.541.356 de hl. Que se desgrana en 38.777.115 de vino y 3.764.241 de mosto y que las existencias son 57.429.797 de vino blanco y tinto.  5.184.855  de mosto y 62.614.652 en total.
Resultado de imagen de COSECHA DE UVAS
Poca cantidad hemos sacado, ya que si comparamos existencias con las del mes de octubre son las siguientes: 54.066.390 de vino blanco y tinto. 7.021.985 de mosto y en total teníamos 61.088.375, lo que nos lleva a ver que hay en noviembre más existencias que en octubre, lógico por otra parte por haber aún vendimias sin finalizar y en el caso de los mostos, pueden ver que es solamente un cambio de casilla, es decir, lo que baja de existencias de mosto en noviembre sobre octubre, se incrementa en vino, debido a que en octubre estaba fermentando y se declara en la casilla de mosto, y en noviembre ya es vino y se da de baja en la casilla de mosto y se lleva a la de vino.
Por tanto los datos son más fiables los de noviembre ya que cada cosa está en su sitio. Y no tenemos ni mucho vino, ni mucho mosto, de ahí lo inexplicable de la situación de los mercados.
Un pequeño inciso a la marcha de los mercados, aunque no suele ser tema de estos artículos ya que se desgranan día a día en el correo del vino diario, pero informar que están muy parados, claramente a la baja ya que por falta de ventas hay quien comienza a ponerse nervioso y pretende vender a la baja. Y es que perdimos el tren de las exportaciones de finales de vendimia cuando, por falta de información o por lo que sea, comenzamos a pedir a los operadores internacionales un precio excesivo por los vinos, estos se fueron a Italia y ahí siguen, ando la espalda a España y nutriéndose de operaciones de vinos Italianos, ahora nos costará volverlos a traer ya que muchos han comprado para más tiempo viendo como estaban los mercados, y nos va a costar hacerlo a base de precio, lo que es una pena. Como cosa buena decirles que parece ser que Italia ya no está en la misma disposición, por lo mucho que ya ha vendido, por lo que nos pueden volver a venir y si lo hacen, no hay que dejarlos escapar, como es lógico.
Pasamos al futuro y comentar la controversia y revuelo que ha causado, en Castilla La Mancha las declaraciones del consejero de agricultura, en las que dice, por un lado que están estudiando limitar la producción a treinta mil kilos por hectárea, eso de limitar es un decir… También que está en estudio, a la hora de reestructurar, prohibir que se planten más viñas de la variedad Airén, decantándose por otros varietales más demandados en el ámbito internacional.

Son estas dos medidas, que habrá que evaluar con el tiempo, no ahora, en primer lugar porque no sabemos si se pondrán en práctica o no, una vez que sean firmes podremos hablar, no sea que estemos ante un globo sonda y luego se quede en nada, pero ahí están las propuestas, de momento la verdad es que no han tenido excesiva repercusión a nivel de comentarios, apoyos o protestas

viernes, 20 de enero de 2017

DESCORCHE DEL VINO

Descorche.

 Una buena moda que llega a España

Esto, que es práctica habitual sobre todo en el ámbito del mundo anglosajón, Inglaterra, Estados Unidos… Está llegando a España, cuesta introducirlo, pero sería un gran avance en el consumo del vino en hostelería.
Hay, por decirlo de alguna manera, dos maneras de hacerlo. Una, la más habitual, es llevar el vino que quieres beber al restaurante y este te cobra entre 6 y 20 euros, depende de la categoría, por el descorche, es decir, el servicio del vino, apertura, copas, etc. El precio depende, en algunos sitios incluso no cobran nada (en estos países, me refiero) al estar ya incluido en el precio habitual.
Resultado de imagen de descorche de vinos en restaurantesLa mejor manera es preguntar con anterioridad si lo permiten o no, hablando ya en España, ya que hay bastantes que solo permiten los vinos que tienen en su bodega y no dejan llevar vino del exterior. Pero normalmente, más si somos clientes y aunque no sea norma habitual si dices que tienes interés en probar un vino determinado, más si ellos no lo tienen en la carta, te suelen dar permiso para llevarlo y así, por decirlo de alguna manera,, convertirlo en costumbre habitual en ese restaurante.
En España. También por nuestra forma de ser, aún se puede tomar esto como algo que nos de vergüenza proponerlo, pero al igual que ya es normal en cualquier restaurante, por lujoso que sea, llevarte la comida restante, incluso el vino que no te hayas bebido, y se ve ya con cierta normalidad, lo del descorche, con el tiempo, se puede y debe convertir también en algo normal.
Antes de continuar, comentarles una segunda opción que cada día se ve más y es que el mismo restaurante tenga una tienda de venta de vinos, no solo restaurantes, bares de tapeo incluso, tienen su enoteca con venta al público, tu elijes la botella, la compras ( a precios que siempre son inferiores al que se paga en restaurante), y te cobran un dinero por el descorche y servicio, te pides aparte alguna tapa en el caso del bar y te tomas la botella de tu vino preferido con tus amigos, así de sencillo, y en todos estos sitios, está demostrado, se incrementa la venta de vino.
Les contaré una anécdota que me ha pasado hace pocos meses, para ver lo que es justo lo contrario de lo que estoy proponiendo en este artículo. Y es que hace unos meses se casó una sobrina mía. Yo le quise regalar el vino de la boda, blanco, tinto, espumoso, dulce… Y le dije que hablará con el salón de bodas para que negociaran lo que les rebajaban por no poner ellos el vino y ponerlo nosotros. Parto que era un hotel de cinco estrellas y en su restaurante se celebraba la boda. Pues bien, le dijeron que no solo no le descontaban ni un euro por llevar el vino, sino que, además, le cobraban por el descorche cinco euros más por persona… Aunque parezca increíble es así. Claro, no le regalé eso, ¡vaya regalo sería que le costara más el cubierto encima! Dejar constancia, además, que el vino que sirvieron en la boda era, sencillamente imbebible…
La opción de llevar nuestro vino preferido, o el que creemos que puede ir mejor a cierta comida, o simplemente el que nos gusta y queremos dar a probar y compartir con nuestros amigos, familia o compañeros, la verdad es que es una nueva modalidad bonita de consumir vino. Al restaurante, cuyas cartas de vinos cada vez ajustan más los precios, también le puede ser interesante, quizá ganen menos, pero se evitan un almacenaje de vino largo, roturas, vinos que se echan a perder por no tener salida, etc.
Y siempre es un detalle para el cliente, quizá una buena idea para aumentar la baraja de vinos de su carta. Y, como les digo, una nueva modalidad de consumo de vino que puede beneficiar a todo el sector, hostelero incluido.

Es una idea a tener en cuenta y en la que los que nos dedicamos y estamos en esto del vino, debemos de hacer hincapié y ser los primeros en reclamar del restaurante esta deferencia para con los clientes.

viernes, 13 de enero de 2017

Seguimos aumentando el potencial productivo


El año pasado se autorizaron 4.173 hectáreas de viñedo, que suponían el 0,43% de la superficie plantada en julio de 2015. Este año han aumentado la cantidad.


El Ministerio concederá este año 4.500 hectáreas de viñedo, un 7,8% más que las del pasado año

Aun así, hay comunidades, como Extremadura, entre otras, que piden que se autoricen más hectáreas hasta llegar al máximo permitido.
A esto hay que añadirle las hectáreas que se van a reestructurar y que pasaran de tener una producción baja, a unas altas cosechas al ponerse en espaldera y regadío, siendo anteriormente la mayoría de secano, por lo que a través de esta reestructuración, también se amplía en potencial productivo.
Y así no debemos de extrañarnos que a lo largo del tiempo tengamos cosechas record en España haciéndose difícil o imposible su comercialización.
Los famosos y tantas veces comentados 60 millones de hectólitros, cada día están más cerca de que se puedan producir en un año que venga grande. Y a mí, más que esta sobre producción puntual y anual, me da más miedo que vengan o dos o tres cosechas seguidas con producciones altas, altas pero asumibles a lo que tenemos, por ejemplo, una cosecha de 50, otra de 55 y otra de 53 millones de hectólitros. Nadie duda de que esto, al día de hoy, es totalmente posible en España. Y las consecuencias, estoy seguro, serían terroríficas.
Entonces volverán las quejas, peticiones de arranques de viñedos, precios más que ruinosos de las uvas y del vino y pérdidas importantes en todas y cada una de las partes del sector.
Resultado de imagen de viñedosLa pena es que esto no se esté pensando con anterioridad y en los años de vacas más o menos gordas que llevamos, alegremente se plantan, se transforman, solo con un único fin en la inmensa mayoría de los casos, y es el de producir más y más.
Y como digo al principio, incluso se pide más por parte de agricultores y sindicatos, y no está mal visto por los industriales, en la seguridad de que a más producción tendrán mejores precios. Estoy seguro que esos mismos que hoy piden más y más, probablemente en unos años pidan todo lo contrario y protesten por las altas producciones y, consecuentemente, bajos precios del producto.
Los que ya tenemos experiencia en esto del vino y hemos visto casi de todo, sabemos que este mercado nos tiene acostumbrados a los dientes de sierra, y que tras estar en la cima, vienen los valles, que algunas veces son muy duros de sobrellevar. Y no aprendemos, y vamos, mejor o peor en la montaña rusa de años de bonanza y años de honda preocupación por las crisis enormes que padecemos.

Esperemos que los valles estén lejos y que el aumento de consumo, y de comercialización sea capaz de hacer sobrellevar mejor los tiempos peores, cuando lleguen.