viernes, 20 de enero de 2017

DESCORCHE DEL VINO

Descorche.

 Una buena moda que llega a España

Esto, que es práctica habitual sobre todo en el ámbito del mundo anglosajón, Inglaterra, Estados Unidos… Está llegando a España, cuesta introducirlo, pero sería un gran avance en el consumo del vino en hostelería.
Hay, por decirlo de alguna manera, dos maneras de hacerlo. Una, la más habitual, es llevar el vino que quieres beber al restaurante y este te cobra entre 6 y 20 euros, depende de la categoría, por el descorche, es decir, el servicio del vino, apertura, copas, etc. El precio depende, en algunos sitios incluso no cobran nada (en estos países, me refiero) al estar ya incluido en el precio habitual.
Resultado de imagen de descorche de vinos en restaurantesLa mejor manera es preguntar con anterioridad si lo permiten o no, hablando ya en España, ya que hay bastantes que solo permiten los vinos que tienen en su bodega y no dejan llevar vino del exterior. Pero normalmente, más si somos clientes y aunque no sea norma habitual si dices que tienes interés en probar un vino determinado, más si ellos no lo tienen en la carta, te suelen dar permiso para llevarlo y así, por decirlo de alguna manera,, convertirlo en costumbre habitual en ese restaurante.
En España. También por nuestra forma de ser, aún se puede tomar esto como algo que nos de vergüenza proponerlo, pero al igual que ya es normal en cualquier restaurante, por lujoso que sea, llevarte la comida restante, incluso el vino que no te hayas bebido, y se ve ya con cierta normalidad, lo del descorche, con el tiempo, se puede y debe convertir también en algo normal.
Antes de continuar, comentarles una segunda opción que cada día se ve más y es que el mismo restaurante tenga una tienda de venta de vinos, no solo restaurantes, bares de tapeo incluso, tienen su enoteca con venta al público, tu elijes la botella, la compras ( a precios que siempre son inferiores al que se paga en restaurante), y te cobran un dinero por el descorche y servicio, te pides aparte alguna tapa en el caso del bar y te tomas la botella de tu vino preferido con tus amigos, así de sencillo, y en todos estos sitios, está demostrado, se incrementa la venta de vino.
Les contaré una anécdota que me ha pasado hace pocos meses, para ver lo que es justo lo contrario de lo que estoy proponiendo en este artículo. Y es que hace unos meses se casó una sobrina mía. Yo le quise regalar el vino de la boda, blanco, tinto, espumoso, dulce… Y le dije que hablará con el salón de bodas para que negociaran lo que les rebajaban por no poner ellos el vino y ponerlo nosotros. Parto que era un hotel de cinco estrellas y en su restaurante se celebraba la boda. Pues bien, le dijeron que no solo no le descontaban ni un euro por llevar el vino, sino que, además, le cobraban por el descorche cinco euros más por persona… Aunque parezca increíble es así. Claro, no le regalé eso, ¡vaya regalo sería que le costara más el cubierto encima! Dejar constancia, además, que el vino que sirvieron en la boda era, sencillamente imbebible…
La opción de llevar nuestro vino preferido, o el que creemos que puede ir mejor a cierta comida, o simplemente el que nos gusta y queremos dar a probar y compartir con nuestros amigos, familia o compañeros, la verdad es que es una nueva modalidad bonita de consumir vino. Al restaurante, cuyas cartas de vinos cada vez ajustan más los precios, también le puede ser interesante, quizá ganen menos, pero se evitan un almacenaje de vino largo, roturas, vinos que se echan a perder por no tener salida, etc.
Y siempre es un detalle para el cliente, quizá una buena idea para aumentar la baraja de vinos de su carta. Y, como les digo, una nueva modalidad de consumo de vino que puede beneficiar a todo el sector, hostelero incluido.

Es una idea a tener en cuenta y en la que los que nos dedicamos y estamos en esto del vino, debemos de hacer hincapié y ser los primeros en reclamar del restaurante esta deferencia para con los clientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario