viernes, 26 de agosto de 2016

Comenzando vendimias. Postureo, declaraciones y precios


Poco a poco los lagares van abriendo y el olor a mosto comienza a inundar los pueblos de toda nuestra geografía. La verdad es que habrá pocos donde, de una u otra manera, en mayor o menor cantidad, no se elabore algo de vino.

Y es que es repetitiva, año tras año sucede igual, y saben que les digo: que es natural.
Sale alguien por la televisión, radio, prensa o cualquier medio de comunicación, bien sea agricultor, sindicalista o político. Le preguntan por la cosecha y las próximas vendimias. Siempre, siempre, el comentario es el mismo o parecido, calidad: Muy buena, excelente. Claro, no me imagino la que se le vendría encima al político de turno si en televisión saliera diciendo que la calidad que viene este año es mala o muy mala… Tendría que dimitir al día siguiente.
Varían diciendo que viene sana. De acuerdo, pero si a continuación dicen que la merma es considerable debido a la sequía tan tremenda que sufren algunos campos, nos debemos imaginar que en ese secano la calidad ya no es tan buena. La uva llegará sana en el aspecto de que no tiene enfermedades de hongos, pudrición, etc. Pero normalmente llegará al lagar una uva pequeña, quemada, sin caldo ni rendimiento y cuyo grado de maduración dejará mucho que desear, grado desigual, et. Etc. Sana, sí, pero con una calidad que dejará mucho que desear. Los enólogos me darán la razón por la dificultad de elaborar el mosto procedente de esas uvas, a no ser que se mezcle con uvas de regadío que compensen, en algo, que no en todo, algunos defectos de la primera. Y el comprador de uva que tiene que pagar una uva que no le va a dar rendimiento a precio como de buena cuando, como se dice normalmente, se está comprando orujo más que uva. Eso sí, les aseguro que esos futuros vinos, en su momento serán excelentes.
Menos mal que la experiencia y buen saber de los enólogos españoles corregirán esos defectos, dentro de lo posible y al máximo, para conseguir el mejor vino posible que se pueda sacar con el producto que les llega.
Pero ya les digo, este “postureo” es normal y lógico, no me lo imagino de otra manera.
Luego pasamos, como les comentaba la semana pasada y no me extenderé más en esta, a la sección de cosecha. Totalmente variable y cambiante en unción de quien lo diga. En eso estamos y en eso seguimos, y me quedo con la boca abierta cuando alegremente ponen y quitan millón es de hectólitros como quien pone y quita piezas de un castillo de juguete.

Y pasamos al tema precio, tema más serio, bastante más ya que de él depende la economía, por un lado de miles de agricultores y por otro de las empresas, bodegas y elaboradores, sustento, unos y otros del sector. Aquí ya comienza el tira y afloja normal en toda negociación donde unos pretenden el máximo precio posible y los otros el contrario. Aquí salen algunos, que no tienen prácticamente nada que ver, que han estado callados casi todo el año y ahora sí, ahora claman y reclaman un precio siempre al alza, mientras por otro lado se esgrime todo lo contrario para hacerlo a la baja. El precio depende mucho, por un lado del precio que tenga el vino en el momento de poner el de la uva, cosa que nunca he entendido bien, ya que el vino viejo puede tener un precio que cambie totalmente en función de la nueva cosecha, tanto al alza como a la baja. Y luego también, la cantidad de cosecha que se prevea, unido a otros condicionantes que hay que tomar en cuenta como mercados exteriores, producción de otros países, existencias, etc., etc.
¿Qué se habla de precio de uva en estos momentos? Pues la verdad, aunque no me gusta predecir, ya que la equivocación es fácil, si me atrevo a poner lo que es el comentario general del mercado, yo, que hablo con mucha gente, voy recogiendo opiniones e impresiones de uno y otro lado y si les puedo decir que lo que se comenta, en función de que la cosecha varíe por la sequía en más o menos, es un precio de continuidad, muy parecido, sino igual al del año pasado, que pueda variar algún céntimo arriba o abajo, como digo, en función del desarrollo climatológico que pueda tener de aquí a que comience la vendimia las viñas.
Y pronto lo sabremos, debido a la obligatoriedad de poner precio antes de comenzar a recepcionar la uva. Se lo contaremos…


Manzanares, 23 de agosto de 2016

viernes, 19 de agosto de 2016

En Agosto no veas las viñas


Esa frase la oía cada año en mi casa, mi padre siempre me decía que para hacer una evaluación de la cosecha no había que fiarse mucho de lo que se veía en agosto, ya que siempre, siempre, tienen mala pinta. Es cierto que entonces se empezaba a vendimiar a mediados de septiembre normalmente, cuando hoy se llega a comenzar un mes antes algunos años.


Aunque siempre apostillaba que era una posible exageración ya que agosto es decisivo en muchas ocasiones. Esta frase servía para indicar que estando en pleno verano, con los días tan calurosos, es normal que la viña presente mala cara. Luego, si el calor y la sequía persisten, la cosecha se puede venir abajo y si refresca y da la casualidad de que le lluevan 30 litros por metro cuadrado, enseguida se viene arriba.
Ahora, como cada año, comienza a decirse: las uvas están muy sueltas. No hay tanto cómo parecía. Etc. Etc. Y es cierto, si vas al campo es lo que ves, pero… ¿es lo que habrá al final? Muy sencillo, si no llueve las uvas de secano, que están tan “sueltas” pues no engordaran lo suficiente y se quedaran sueltas hasta la vendimia, perdiendo peso, madurando irregularmente, mermando en kilos, en rendimiento y en calidad, eso es innegable.
Por el contrario si llueve, cesa el calor fuerte y refresca, con el alargamiento de las noches en este mes, la viña, que es muy dura, comienza a rehacerse, a cambiar de cara y la uva se llena de mosto, se “reprieta”, madura mejor y tiene un rendimiento óptimo. Es decir, el cambio es radical y total.
La viña es una planta que está acostumbrada a los rigores del verano, eso nadie lo puede dudar, lleva siglos aclimatándose y aguantando los veranos calurosos y secos de la mayoría de las zonas de España, no es por tanto algo anormal. Es una planta dura y agradecida, muy agradecida, en cuanto le das un poco de lo que necesita te devuelve con creces lo que le has dado.
Que nadie me diga que en agosto, más en su primera mitad ha visto las viñas de secano con una pinta excepcional, no puede ser, quizá algún año entre muchos se pueda dar esta circunstancia, pero es muy difícil, normalmente acusa los rigores del verano.

Por tanto en estos momentos es mejor, ni ver las viñas en exceso, ni por supuesto, que es a lo que iba, fiarte de lo que ves para poder hacer un diagnóstico de cosecha, ya que lo más normal es que te equivoques.
Si se dan cuenta hace apenas un mes, las perspectivas eran más que halagüeñas, todo el mundo marcaba la cosecha del siglo, una cosecha de las denominadas grandes, cuando no histórica. Ahora si leemos la prensa vemos que es todo lo contrario, el pesimismo reina en los mercados, la merma se da como segura y grande, merma tanto sobre los primeros pronósticos, como sobre la cosecha pasada.
Yo les digo que ni una cosa ni otra, que debemos esperar, que no vamos a tener una cosecha histórica, pero tampoco vamos a tener un desastre de cosecha.
Hay merma en el secano, si, nadie lo duda, y si no llueve se acrecentará al igual que si llueve ganará en kilos. Pero también hay que evaluar el constante incremento que tenemos de regadío, con muchas uvas y donde la sequía no es un problema.  Igualmente hay que hacer cuentas con las miles de hectáreas que cada año entran en producción nueva, este dato ha hecho variar las previsiones estos años de atrás considerablemente.
Ante esto tenemos la gran dificultad de diagnosticar con exactitud una cosecha ya que son datos muy variados y cambiantes.
Por tanto, y para terminar, no seamos tan pesimistas en estos días, esperemos a ver el desarrollo de estos días previos a las vendimias y ya tendremos tiempo de hacer evaluaciones.
Quiero resaltar también que las uvas están sanas, sin problemas de enfermedades y que por tanto parece que si no cambian las cosas tendremos una vendimia con uvas de calidad.
Y termino, ahora sí, comentando que los precios que se hablan de las uvas la sitúan en parecidos a los del año pasado, unos predicen (Y seguimos hablando de predicciones) un precio igual y otro nota cierta tendencia a la baja. En pocos días esta duda la solventaremos, y desde aquí se la contaremos.


Manzanares, 16 de agosto de 2016