jueves, 26 de marzo de 2015

Las obras de arte hay que pagarlas

Día 25/03/2015

¿Cuánto vale un vino?, ¿cuánto un cuadro, un lienzo, unos tubos de óleo, unos pinceles?

El precio del vino, un eterno dilema. Determinar lo que cuesta un vino es muy complicado, pero además hay que diferenciar lo que vale, de lo que cuesta.
Todos hemos oído, pensado o comentado que un vino que valga, por ejemplo, por encima de los 100 euros la botella es un disparate. ¡Ningún vino lo vale, o ninguno lo debería valer!, habremos afirmado. Y no digamos los que suben sus precios por encima de 500 o de miles de euros.
No he de tomar partido. Es muy difícil de valorar, y que cada uno puede hacerlo como estime conveniente. Al fin y al cabo, es su “obra”. Lo importante no es ponerle un precio, eso lo hace cualquiera. Lo importante es que haya alguien que lo pague, que te lo compren al precio que has puesto y, más aún, que repitan. Esta última, señal inequívoca de que al consumidor que está dispuesto a pagar tal precio le ha gustado y estima, sobretodo, que lo vale.
Es cierto que todo esto suele ir acompañado de grandes campañas de marketing y de una forma de vender planificada y estudiada. Pero con estas campañas se podrían vender una vez, no a lo largo de años y años.
Personalmente, hace muchos años era yo quien decía que ningún vino debía valer esas cantidades tan astronómicas, al fin y al cabo era el fruto de un racimo o dos de uvas. Y creía que era una temeridad, que perjudicaba al sector que se cobrara eso por un vino.
Hasta que un día tuve la oportunidad de catar uno de esos tan afamados vinos, hace ya tiempo. Recuerdo que era en una cata y me quedé encandilado, extasiado. Lo que estaba probando era algo realmente excepcional, único; una explosión en nariz y boca difícil de poder transmitir. Aún, tras muchos años, tengo ese vino grabado en mi cabeza y casi, casi, concentrándome, parece que lo puedo volver a degustar.
Dije entonces y repito ahora, que las obras de arte hay que pagarlas, que quien quiere tener un Dalí o un Picasso colgado en la pared de su casa lo tiene que pagar, así de sencillo. No es lo mismo un cuadro pintado por mí, que pintado por la mano de Goya, aunque se hayan utilizado los mismo materiales: un lienzo, unos tubos de óleo, unos pinceles y una paleta. Y eso vale poco.
¿Dónde está la diferencia? En el arte. En el don que unos tienen para crear, con esos simples materiales, una obra de arte y no un cuadro que no vale para nada.
Lo mismo le ocurre al vino. Al fin y al cabo todo viene de la cepa, de un racimo de uvas. Pero lo que cada uno sea capaz de sacar de ello es la diferencia.
Puede que estén de acuerdo con esto, pero que, por otro lado, no todos los vinos que valen mucho dinero son iguales, ni son buenos y ni mucho menos llegan a ser obras de arte.
Efectivamente. En este punto volvemos al principio del artículo donde distinguía entre lo que cuestan y lo que valen.
Javier Sánchez-Migallón 
Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino

martes, 24 de marzo de 2015

El Vino de la Semana- Espartossa blanco Viognier


Ficha técnica Viognier
Un vino desconocido, al menos hasta ahora. El sueño de un viticultor, elaborado por un enólogo de prestigio.
La variedad viognier destaca, está muy bien conseguida, destaca la fruta y las flores tanto en nariz como en boca. Un vino distinto, limpio, franco y que va a gustar seguro.
Se elaboran muy pocas botellas, concretamente esta añada consta solamente de 3.297, por tanto hay que darse prisa antes que se acaben
Su precio 7 euros. Se puede pedir en este correo: 
javier@estoesvino.com

sábado, 21 de marzo de 2015

Transmitir un sueño

Pedro Ballesteros, Master of Wine de España dio una conferencia de lo más interesante en la II Cumbre Internacional del Vino que todos deberíamos haber oído.


Entre otras muchas cosas, me llamó la atención esta sencilla frase:

“Debemos transmitir nuestro sueño”

Quien hace o ha hecho vino sabe de lo que habla. De lo que se sueña con poder hacer, de poder ofrecer al resto del mundo algo diferente, único, original, destacado de lo que los demás hacen. ¿Quién que haya hecho vino no ha soñado con su vino perfecto? ¿Con poder ofrecer ese sueño a los demás?

No solamente ofrecer nuestro sueño, hay que saber ofrecer lo que llaman Unique Selling Proposition (proposición única de venta). Algo nuestro, algo único, algo diferente, ofrecer nuestro sueño: nuestro sueño es único y lo ofrecemos a los demás, diferenciándonos de los demás.

¿Esto se traduce en precio? No tiene por qué, pero es indudable que si sabemos transmitir y tenemos algo bueno, también irá acompañado de un incremento en el precio por su demanda. No solo se trata de vender, sino de hacerlo con ganancias. Y pensar en el margen comercial, es decir, mucha cantidad con un valor inferior o menos cantidad con un diferencial de valor muy superior.

El precio del vino exportado por España es de los menores de los mercados internacionales aunque hayamos sido los primeros en exportar este año, mientras que en Francia o Italia, han exportado menos pero con un valor medio muy superior, y no hablamos solamente de graneles. A los embotellados españoles les pasa igual.

Dejémonos ya de repetir hasta la saciedad que tenemos la mejor relación calidad precio. Si de verdad tenemos esa calidad, debemos tener también precio, o al menos saber lo que vendemos y a quién lo vendemos. Debemos saber vender, por ejemplo, un vino bueno y barato a Rusia, pero también uno bueno y a buen precio a Estados Unidos.

Que no sea el vino español el que está en lo lineales de vino barato de los supermercados de todo el mundo. Muchos de ellos no se lo merecen.

Quizá deberíamos creer más en nuestro sueño y saber creérnoslo, ¡ya es hora!

lunes, 16 de marzo de 2015

Como cada año: en Marzo y sin datos definitivos


No sé si será algo endémico, emponzoñado en nuestro modus operandi, pero yo me opongo a ello. Desde hace décadas, al llegar estas fechas denuncio la mala praxis existente a la hora de darnos los datos de cosecha.
El lunes publicamos en El Correo del Vino Diario, los datos de cosecha, eso sí, aún “provisionales”. En marzo y aún tenemos datos provisionales de cosecha.
Quienes me siguen en el Correo del Vino Diario, saben que ya desde septiembre mi pronóstico de cosecha lo ajusté entre 43 y 45 millones de hl. Los primeros datos apuntaban 39, luego 40 y pasamos a 41 millones. Con tal firmeza que ya creía haberme equivocado, cosa totalmente normal ya que cada día es más difícil predecir la cosecha que podemos tener, debido al cambio estructural tan grande que estamos teniendo. Nuevas viñas con diferentes producciones o las miles de hectáreas que entran en producción cada año hacen que calcularlo sea arriesgado y muy difícil de pronosticar, pero siempre nos gusta arriesgarnos y dar un posible dato.
El lunes el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente (MAGRAMA), sacó los “penúltimos datos” y daba 43,41 millones de hl de cosecha. Ya entra en la horquilla que estimábamos como la más probable.
Pero no se trata de acertar o no, el motivo de este artículo es volver a denunciar que con los adelantos que tenemos, en marzo, cuando han pasado 5 o 6 meses desde que se terminaron las vendimias y 3 meses desde que se hizo TELEMATICAMENTE la declaración de cosecha, aún nos estén dando datos provisionales. Es poco menos que tercermundista, así de claro.
Quizá no se den cuenta del dato tan importante que es para el sector, que debemos estimar casi a ojo la cosecha que se tiene para poder hacer cálculos de si habrá más o menos excedentes, si conviene esperar o vender rápido, …
Se nos niega uno de los datos más importantes para el sector. La cifra definitiva vendrá, como siempre, en abril o mayo. Así es desde que estamos en esto y son ya décadas y décadas.
Si nos fijamos en Francia, los datos son mucho más rápidos. Pero es más, no sería nada complicado dar datos prácticamente en tiempo real. Si las bodegas deben darlos ya en vendimia mensualmente y el 10 de diciembre presentar la declaración de cosecha, los datos provisionales se podrían dar desde junio hasta diciembre, mes a mes y el 11, 12 de diciembre dar los datos definitivos. Se piden vía internet, por tanto pueden computarse en cuanto se reciban y así comunicarlos en esos mismo días.
A la vez sabríamos lo que se ha hecho en vino y en mosto, vinos con DO o sin ella, blanco y tinto:  un abanico de datos a nuestra disposición que seguro nos haría mucho más fácil y, sobre todo, eficiente el planteamiento de campaña a todos.
Les “adelanto” los datos más importantes, según los últimos datos del FEGA sobre declaraciones de producción: ascienden a 38,183 millones de hectolitros de vino y a 5,225 millones de hectolitros de mosto, lo que sitúa la producción total de la presente campaña 2014/2015 en 43,41 millones de hectolitros.
Seguiremos demandando, año tras año, que nos ofrezcan los datos con la celeridad suficiente para que nos sirvan para hacer previsiones y no para leerlos como simple anécdota a campaña casi pasada.


viernes, 6 de marzo de 2015

ENOMAQ: más ambiente, más gente. Muchas novedades para los vinos

Javier Sánchez-Migallón Royo

Esa era al menos la sensación que se percibía. Parecía que había más ambiente que en la edición anterior, buena muestra de que puede estar mejorando la situación del vino

Siempre es bueno ver más gente y ambiente en estar ferias, y si además se ve interés en invertir, o al menos en ver las novedades que se muestran, es señal de que la situación puede estar mejorando. Según datos ofrecidos por la organización, ha crecido un 5% en cuanto a visitantes se refiere.
Las novedades eran muchas y en todos los aspectos: corchos sintéticos, maquinaria tanto para vinificación como para embotellado, barricas, envases; vinos en lata, en bolsa de plástico, botellas plásticas imitando las de cristal.
También hubo charlas, conferencias, reuniones de enólogos y de otras asociaciones, en una feria en la que se refleja la experiencia adquirida con los años.
Pero sobre todo, se habla de vino, se vuelven a ver caras conocidas, amigos y clientes. Es un centro de reunión del mundo del vino.
Curiosamente, en esas charlas, se ven posturas, criterios y opiniones de todas clases. Varía en función de si hablas con un vendedor, un comprador, un exportador-importador o un embotellador, que variará también si se dedica a los vinos de gama alta, media o baja. Son mundos muy diferentes dentro del mismo sector.
La verdad es que todo lo podemos resumir en los resultados de la comercialización, es decir, si el que embotella, sea el vino que sea, lo vende con mayor o menor dificultad, siempre estará satisfecho. Y así en todos los estratos. Si, por el contrario, no sale o lo hace a precios a la baja, la percepción cambiará.
La conclusión personal que he sacado, en general, es que los graneles de gama baja van mal. El precio es bajo, incluso por debajo casi del coste real de elaboración. Los tintos, con calidades muy dispares, poca estabilidad de color y problemas de calidad. Luego, conforme suben de gama o calidad, son menos problemáticos, aunque sus precios no sean los esperados, pero se comercializan sin muchos problemas y con más valor añadido que los otros.
En los embotellados tres cuartos de lo mismo, el vino de gama baja tiene que pelearse, por céntimos, con muchísimos vinos, y conforme van subiendo de gama el abanico se amplía aunque las cantidades varían enormemente.
En resumen, unos días de feria que sirven, además de para volver a ver amigos, para hablar, y mucho, de vinos, que al fin y al cabo es lo que nos gusta.