Hay una cierta conmoción, un gran
revuelo. Los vinos han subido y lo siguen haciendo, en los últimos veinte días.
Y el caso es que se
veía venir. Aun así, a muchos compradores les ha pillado con el paso cambiado.
A principio de
febrero, debido a peticiones de exportación se comenzaron a comprar vinos que
estaban ofertados en el mercado, en pocos días estas partidas se adquirieron y
comenzó a escasear vino mientras la demanda no paraba de aumentar. El
resultado, visto esto, estaba claro, el vino comenzaba a subir.
Y rápidamente
comenzaron las cábalas, y el rumor claro en el mercado de la escasez de vino,
que de momento al menos no es tal, vino hay, lo que sucede es que no está en
venta, pero no hay que ser excesivamente alarmista diciendo que nos falta vino,
La experiencia nos demuestra que cada vez que hay una subida se comienza a
especular con esto, a comentarse que no hay vino , cuando luego van saliendo,
poco a poco, los vinos a la venta.
Es cierto que si la
situación no cambia, el problema, de cara a un futuro, puede ser preocupante.
Podemos enfrentarnos a una cosecha muy corta, y hasta me atrevo a decir que a
otra siguiente, al menos no grande, ya que si los viñedos se quedan muy al este
año a causa de la sequía, el año siguiente tampoco hay que esperar grandes
cosas.
A todo esto se une
una alegría, que no todo van a ser penas, y es que volvemos a ser los mayores
exportadores de vino del mundo, en cuanto a cantidad, que no por precio, que
baja. Y ahora nos enfrentamos también al reto de seguir exportando en cantidad
considerable, pero con unos precios que se están incrementando y que no tiene
pinta de que de momento cedan, antes bien lo más probables es que sigan
subiendo. Veremos si nuestras exportaciones se resienten y en qué cantidad.
Pero volviendo al
tema, lo preocupante es el mercado interno, este año hemos crecido en consumo,
también esto se podrá ver empañado si los precios suben mucho, siempre que esto
sucede, el consumo lo nota.
Pero, como se dice,
el toro que hay en la plaza es el que nos toca torear, no hay otra, y la
realidad, a nivel informativo es esta, que no hay oferta, que la demanda es
grande, y que el precio del vino está subiendo y de momento yo no lo veo que
pueda parar.
Mucha gente me
pregunta hasta dónde puede llegar esta subida. Como es lógico nadie lo sabe, y
la climatología, más que nunca, será la que vaya marcando el precio de los
graneles, tanto blancos como tintos. Si fuera totalmente nefasta el vino puede
subir mucho, a lo largo de esta campaña y de la siguiente. Y luego en función
de que podamos tener más o menos vinos, y de la cosecha que se tenga en los
demás países productores del mundo, esta subida será mayor o menor.
Esperemos y estemos
atentos a ver que va sucediendo, no cabe duda que nos quedan por delante unos
meses, cundo menos apasionantes…
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