La
cosecha de este año nos ha desconcertado a todo el mundo. Primero hablábamos de
una cosecha grande, se hablaba de superar los 50 millones sin problema ninguno,
incluso se habló de cosecha histórica cercana a los 60 millones de hl. Luego,
con datos más pesimistas se llegó a rebajar por parte de algunos, por debajo
incluso de los 40 millones…
Reconozco
que nos ha engañado a todos, a mí mismo, no me duelen prendas, me ha despistado
este año. Si no me hubiera movido de mi impresión primera hubiera acertado,
pero cuando comienza la vendimia y todos los factores, impresiones comentario y
avances, oficiales incluso, son pesimistas y comienzan a tirar de la cantidad
hacia abajo, te sientes descolocado y, como era verdad y lo comprobé in situ
que sobre parcelas vendimiadas la merma era cierta, `pues rebajas tu pronóstico,
que situé a mediados de agosto en un 10-15% de aumento, que nos llevaría a una
cosecha de sobre 47-48 millones de hl. Y que luego rebajé a 42-44, pues bien, esto
hay que volverlo a subir y tendremos esos 46 a 48, incluso, si se confirman los
primeros datos oficiales, algo más.
¿A qué se
debe el equívoco?, no creo que solo sea la intención de engañar que, por
intereses económicos, tiene muchos sectores. A menos cosecha más precio de uva,
por ejemplo, si se eleva menos precio de uva, igual pasa con el precio del
vino, a más vino menos precio y viceversa. Pero a eso ya estamos acostumbrados
desde hace años y filtramos, tamizamos las noticias según de quien y donde
vengan.
Algo raro
veíamos, y así lo comentamos incluso la semana pasada, cuando veíamos que los
vinos no terminaban de arrancar e incluso bajaban algo, cosa que, con la
cosecha esperada, no tenía razón de ser.
¿Qué es
lo que sucede?, aparte de lo que les digo, sinceramente creo que se ha debido
este año a dos factores, uno puntual, que se ha dado este año, y que ha sido
una sorprendente recuperación del viñedo con el paso de los días, que ha sido
capaz, con cuatro gotas que cayeron, de recuperarse y de terminar ofreciéndonos
más cosecha de la que tenían en un principio, con una uva con más peso y más
caldo.
Y la segunda,
y que ya llevo años diciéndolo, es que no somos capaces de evaluar el aumento
de cosecha debido a la nueva entrada en producción de los viñedos plantados por
la reconversión, El estar cuatro o cinco años viendo que, por ejemplo, la
planta de airén se terminaba, nos mostraba el importante crecimiento del
potencial productivo que tenemos, y eso no lo sabemos, yo el primero, evaluar
correctamente. No solo hay que ver si esta campaña han entrado en producción,
por ejemplo, 20.000 hectáreas nuevas, no, es que hay que evaluar que las que el
año pasado entraron y tuvieron tres kilos, este año tienen seis y las de año
anterior, que primero tuvieron tres y el año pasado seis, este año tienen 12,
por lo que la cantidad se multiplica cada año mucho más de lo que evaluamos y
esto nos tiene muy engañados.
Rectificamos
por tanto, o mejor, volvemos a nuestras primeras impresiones, una cosecha
superior entre un 10 y un 15% a la del año pasado.
De todas
formas reiterarme en el artículo de la semana pasada: Sigo creyendo que no
tenemos que asustarnos y que la comercialización de este año de nuestros vinos
no debe ser excesivamente complicada, tenemos más cantidad, sí, pero tenemos
menos excedentes y tenemos la ventaja de las bajas cosechas de la práctica
totalidad de los países productores, por tanto vuelvo a insistir que hay que ir
vendiendo, por supuesto, pero que no hay ni que tirarse a la piscina, ni
ponerse nerviosos, vamos a sacar esto adelante, seguro. La primera oportunidad
la tenemos el lunes y martes próximos en la feria de Ámsterdam, en la World
Bulk Wine Exhibition, donde podremos comenzar a vender nuestros vinos.
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