jueves, 15 de septiembre de 2016

Así no, sindicatos, así no

En defensa de las bodegas y empresarios de Valdepeñas

Lo comentaba estas semanas de atrás, pero creo que hay gente que ya se está pasando. Y necesita una contestación, contestación que quizá los afectados no la puedan/quieran dar, pero que creo necesaria en defensa de estos ataques tan desproporcionados.
Y, sinceramente, aunque creo que puede crear polémica, no me importa, me creo con la suficiente edad y experiencia para poder decir lo que pienso. Cosa que, además, he hecho siempre y ustedes, quien me sigue, lo sabe.
Me voy a referir a la actitud que tienen algunos sindicatos, mejor dicho, algunas personas de estos sindicatos, ya que no creo que todos respalden esta forma de actuar. En contra del precio que se le pone a las uvas.
Es de todos sabido que todos los años, sea cual sea el precio de la uva, se quejan, vale, está dentro de su sueldo, en vendimia hay que quejarse del precio de la uva, en verano del melón, en primavera del cereal y cuando hay cada producto, siempre hay que quejarse del precio, es su papel y está bien defender el precio de los productos agrarios, no seré yo quien diga lo contrario, ni mucho más o menos. Otra cosa, como veremos más adelante son las formas.
Esta misma gente normal y extrañamente, el resto del año permanecen callados. Es raro que cuando el vino se ha caído de precio, propongan soluciones, ahí está la hemeroteca. Tampoco cuando el producto sube excesivamente, reclaman una bajada consensuada, sigue estando la hemeroteca. Eso sí, en vendimia, toca protestar.
Y, como digo, una protesta normal, elevada en algún caso, reivindicativa, es aceptable, están en su papel. Lo que ya no está en su papel es el insulto y el ataque personal o empresarial, como este año han hecho y, a mi modo de ver, se han pasado tres pueblos, como se suele decir.
Así, hemos leído declaraciones, como:

“miserable actitud” de las grandes bodegas de Valdepeñas

Guerra a industriales déspotas del vino en Valdepeñas
Hombre, llamar miserables o déspotas, es ya una cosa muy seria, es, como digo antes, pasarse. Yo siempre he enseñado a mis hijos que cuando las discusiones se convierten en gritos, insultos, o se llega a las manos, se pierde toda la razón, sencillamente porque se deja de ser persona racional para convertirte en animal irracional, Y eso parece que les ha pasado a algunos esta vendimia, que por otro lado comenzó y está más tranquila. Pero está visto que hay quien si no tiene su minuto de gloria, o lo que para él se cree que lo es, no se queda a gusto y se cree con el derecho al insulto y a la descalificación a una persona o a una empresa.
Yo siempre apoyo un precio justo de la uva, pero este artículo no va por ahí. Si digo siempre que a nadie se le pone una pistola en la cabeza para llevar la uva a ningún sitio, que es libre y a nadie se le obliga a venderla.
Creo, para terminar, que estos sindicalistas deberían pedir disculpas a estas bodegas y reivindicar sus  creencias o peticiones, de una manera, cuando menos educada.
Quizá Valdepeñas sin estos tres empresarios, a los que tanto critican, no sería Valdepeñas. Gente que se esfuerza y que impulsa desde hace décadas algunos, el nombre de Valdepeñas por el mundo entero. Gente que da trabajo a muchas personas y que cada año se juegan un capital a la hora de enfrentarse a una vendimia sin saber lo que pasará luego. Gente que, si, puede ganar dinero, pero también puede perderlo, no sería la primera vez. Empresarios que sacan un nombre y un producto adelante. Y que, sin ellos, quizá la uva de Valdepeñas no tendría ese sobre precio que tiene con respecto a la de su entorno.

Y si no, como yo digo siempre a estos sindicalistas tan listos y que saben tanto, cuando tanto arman y se quejan del precio. Que monten ellos una bodega si tan fácil es, compren uva y se hinchen a ganar dinero. Así de sencillo

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