jueves, 8 de septiembre de 2016

Primeras uvas, primeros precios, primeras reacciones


Atrás quedaron las vendimias en las que la incertidumbre de los precios, traspasaba los primeros días de corte de uvas, y hasta, algunas veces ya entrada la vendimia no se sabía a qué precio se pagaría la uva, con la consiguiente duda tanto para agricultores, como elaboradores y compradores
Hoy, gracias a la legislación, vigente, cuando se lleva un remolque de uvas a la bodega se debe saber el precio al que se vende o compra. A mi modo de ver es bueno, ya que desde el principio todo el mundo sabe con qué cartas cuenta para jugar, el agricultor sabe lo que va a cobrar, el elaborador a qué precio compra y, por tanto, a qué precio puede vender y el comprador, igualmente, si el precio de compra será el generalizado o no. Antes, recuérdenlo, se hacían compras y ventas un poco a ojo, con el consiguiente posible quebranto económico para unos y otros.
Resultado de imagen de vendimia 
Una vez sabido el precio, vemos este año, que ha habido una aceptación más o menos generalizada. Los sindicatos agrarios y agrupaciones de agricultores han formulado sus quejas por él, según ellos, bajo precio, pero lo han dicho con la boca pequeña, es decir, su papel es no estar nunca conforme con el precio que se ponga, sea el que sea, pero como lo esperado era esto, y el precio no es malo del todo para nadie, una vez constatada su queja creo que no llegue a más, al menos en lo general, siempre hay excepciones, pero creo que se ha aceptado con buen grado por todos.
Y es que este año impera la continuidad. Un cosecha similar a la pasada, mermada por la sequía, que puede ser algo superior, o hay quien apunta a inferior, pero sea cual sea ni estamos ante una cosecha grande, ni ante un desastre de cosecha. Esto nos lleva a que lo normal es que el precio de los vinos salga igual que el año pasado, y la continuidad vuelva a ser la tónica de este año.
Y si analizamos esta “continuidad” a todos les ha satisfecho, quizá en diferente grado, pero nadie ha salido del todo mal en esta campaña y puede ser el fiel reflejo de esta próxima. El agricultor, más o menos sacó el cuello, como se suele decir, quien ha adaptado sus viñedos y los ha mecanizado, a este precio le saca algo de dinero a las viñas. Por supuesto quien tiene secano de dos kilos no lo saca. El elaborador ha vendido su vino, en primer lugar sin problemas, ya que quien más o quien menos, semana más o menos, cuando ha querido venderlo lo ha vendido. Y el precio que ha obtenido por ese vino le ha permitido sacar un beneficio a su elaboración. Y el industrial, comprador y exportador ha tenido la misma circunstancia, no ha tenido problemas excesivos a la hora de comercializar el vino y le ha sacado un beneficio a ese vino. Por tanto todos más o menos contentos.
Con estos precios, como digo, comenzamos la campaña con la continuidad del pasado año, por otro lado no hay dos campañas iguales, el pistoletazo de salida ya está dado, y no viene con malas perspectivas, ahora el tiempo y la campaña nos dirá como se desarrolla, pero no tenemos malos comienzos, puede ser otra buena campaña para todo el mundo. Y esto, créanme, me alegra enormemente. Los años en los que una parte del sector se ve perjudicada nunca son buenos para el conjunto del mundo del vino

Manzanares, 6 de septiembre de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario