He querido, voluntariamente, titular
escuetamente, aumenta el consumo de vino, sin poner a nivel mundial, en la
confianza y, sobre todo, deseo, de que este titular nos valga para los vinos
españoles también
A nivel mundial el
International Wine and Spirit Research (IWSR), predice que la tendencia que
hay, en la que el consumo mundial, aumenta, lo seguirá haciendo en los próximos
años. Incluso predice que este aumento
se acelerará, ya que pasará entre 2014 y 2018, aumentando un 3,7%, frente a la subida del
2,7% del periodo 2009 y 2013 anterior.
Luego seguimos leyendo con envidia, que estará
dirigido principalmente por EE.UU. China
también servirá de impulso.
Luego el viejo continente, los países tradicionalmente
consumidores, todo lo contrario, o bajan, o todo lo más, se mantiene.
Es cierto que estamos ante un mercado globalizado
mundialmente. También es cierto que este aumento mundial, beneficia a España en
el aspecto de que somos exportadores de vinos y si China, por ejemplo, crece,
parte de ese vino puede ser nuestro. Bien, pero lo lógico, o al menos lo
bonito, sería que aumentara nuestro consumo.
Sin embargo aquí nos estamos preocupando más que nada
de seguir plantado, de aumentar potencial de producción, de llevar ya varios
años en los que nos falta en todos los viveros plantas para poder cubrir la
demanda de plantación existente. Mejoramos variedades, mejoramos, viñedos,
reducimos costes, es cierto, pero sobre todo aumentamos potencial, y este
aumento no sale en cajas de vino embotelladas, y menos en los mercados
domésticos, en nuestro mercado interior.
¿Qué estamos haciendo realmente para aumentar nuestro
consumo? El gran esfuerzo económico que se está realizando en nuestros campos,
viñedos y en nuestras bodegas. Las grandes inversiones, la inyección de dinero
que está acudiendo años tras año, no se ve refrendada por una parte que fuera a
ganar el consumidor nuestro, la parte que se dedica a esto es mínima,
insignificante, si la comparamos con la otra y créanme si les digo que tan
importante es una como otra, o más.
Es más, me atrevería a decir que el dinero inyectado a
viñedos, puede terminar sirviendo exclusivamente para crear un problema, que es
el de la comercialización de la gran producción de uva, precios del producto a
agricultores, etc. Son problemas que periódicamente tendremos con las
producciones a las que estamos abocados. Mientras que si destináramos
eficientemente una parte de ese dinero a potenciar el consumo, ese dinero
serviría para todo lo contrario, es decir, para solucionar o al menos paliar,
el problema de producción y comercialización.
Todo depende del punto de vista con el que se quiera
mirar, pero creo que es cierto y que si debemos modernizar nuestros campos y
bodegas (Yo creo que la inmensa mayoría ya lo están), no es menos importante
modernizar las costumbres perdidas y potenciar este consumo que en el mundo
aumenta y en España se nos cae.
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