viernes, 10 de junio de 2016

El estatus social del vino ha subido


En apenas unos años el estatus social que tenía el vino ha subido enormemente, cosa que nos debe de agradar, el vino ha pasado, en la mayoría de los casos y sitios, de ser la bebida barata del pobre, del borrachín, a ser una bebida clasista, de élite y publicitada en todos sitios como bebida de los grandes momentos de la vida.
Confieso que la idea de este artículo me vino a raíz de leer la semana pasada el estupendo artículo de nuestro asiduo colaborador, Jose Luis Martínez. Al leerlo le di la razón y pensé en tratar el tema.
Efectivamente, hace unos años ¿Quine bebía el vino?, en los pueblos el vino s vendía en bares, pero también en esas tabernas, la de la escoba colgada en la puerta señalando que ahí se vendía vino, se daba en vasos de caña de cerveza y del jarro de barro que se rellenaba de la garrafa de arroba que se compraba directamente en bodega, a un precio barato, muy barato. Ese era el gran consumo de vino en la geografía española y era, por llamarlo de alguna manera, la bebida de los pobres. Si en películas españolas salía alguien de clase bebiendo, salía el brandy o el wiski, nunca el vino.
Ahora si nos fijamos, y más en las películas extranjeras que en las españolas, cuando se llega a casa después de la jornada de trabajo, en muchos casos lo que se pone es una copa de vino, curiosamente blanco la mayoría de las veces si la película es norte americana.
Cuando se quiere representar algo de lujo, con categoría, elegante, en la mesa o en la mano del modelo o de la modelo, siempre hay una copa de vino, en los anuncios.
También curiosamente la mayoría de las veces que sale la copa de vino y alguien la coge, lo hace mal, cogiéndola con la mano de la copa en lugar del tallo. Si vemos la propaganda de un restaurante, siempre veremos una botella de vino en la mesa  y en cualquier comida que se precie un poco, el vino es protagonista de la mesa en los restaurantes, no solo eso, suele, además, ser tema central de conversación, de comentarios, sobre sus excelencias, maridaje y vuelve a ser protagonista.
Con todo esto quiero decir que el nivel de ver el vino ha subido socialmente y se ha colocado en los niveles más altos. La consideración y valoración de una copa de vino ha pasado, en la mayoría de los casos, de ser denostada a ser sinónimo de cultura, de saber beber y de elegancia
Es verdad que en este ascenso, en este camino hemos perdido muchos consumidores, también por la introducción de otras bebidas que todos conocemos. También es cierto que hay una partida de vino “barato” que se utiliza para los calimochos y bebidas consideradas más baratas, que no están tan bien vistas, es cierto.
Luego tenemos derivados del vino, como la sangría, el tinto de verano, que aunque sean baratos no están mal vistos socialmente. Realmente hoy día lo pero visto y es en muy poca cantidad, es el cartón de vino, cuando y solo cuando, lo bebe una persona, principalmente que está en la calle. ¿Cuántos de estos se ven a diario? La verdad es que no muchos.
Por esto podemos decir que el consumo de vino ha pasado de estar mal visto, a ser, siempre que se haga con moderación, un acto social, no elitista, que tampoco lo es, pero si bien visto en todos sitios y cada vez, por eso mismo, más y más gente se interesa por él.
Creo que este tema, interesante, se debería de estudiar, desarrollar y sobre todo aprovechar mucho más, por el sector del vino español

Manzanares, 7 de junio de 2016

2 comentarios:

  1. Acá( en Colombia) en el sur de America, beber Vino es una cuestión de clase, reservada solo para aquellos que tiene poder. es elegante y solo se sirve en momentos especiales ( una sola copa). poe reso decir !salud! es un lujo .
    !salud , por los buenos momentos!

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    1. Gracias por su respuesta. Que alegría que nos hablen desde allá. Cualquier cosa que desee de España y de nuestra revista (El correo del vino), así, como si quiere escribir, estariamos encantados.
      Un saludo

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