El siguiente paso:
PAGO DE VINO POR CALIDAD
Si
la semana pasada comentábamos, nos congratulábamos, que por fin la uva se
pagara, de una u otra forma, en función de la calidad que tiene. Es indudable
que el paso lógico siguiente es que el vino procedente de esa uva se pague
igualmente por la calidad que tenga
Y este paso lo veo aún más difícil que el
primero, pero igualmente necesario. ¿Hasta cuándo pagar el vino a granel en
función exclusivamente del grado que tenga, dejar el célebre precio por
hectógrado y lo comencemos a pagar por litro y en función de la calidad que
tenga.
Muchos de ustedes me pueden decir que ya se
hace distinción, que el precio varía en función de que el vino sea, por
ejemplo, varietal, y que se paga mejor un chardonnay que un airén. O un Petit
Verdot mejor que un tinto multivarietal normal. Es cierto, nadie duda eso, pero
al final, en el 99% de los casos terminamos en hectógrado, es decir, se pagará
a tres euros en lugar de a dos, sí, pero a tres euros el hectógrado.
Es además normal y ya lo están comentando los
elaboradores, que si una uva la pagan, por calidad, más cara que otra que, por
tener algún defecto, no alcance esa calidad, es desde todo punto de vista
lógico que el vino producto de una uva sana y otra que no lo sea tanto, tenga
también un precio diferente.
Es cierto, lo que sucede es que según el
baremo de pago por uva, sería muy complicado ya que tendríamos que tener muchos
precios para un mismo vino blanco, por ejemplo.
También auguran que el comprador, en muchas
ocasiones no querrá entrar en esa guerra ni en que se pongan muchos precios
diferentes. Una forma puede ser que al menos haya dos o tres precios de vino en
función de unos ciertos cánones, y por ellos se rijan a la hora de poner precio
a esta mercancía.
Digo al principio y opino firmemente y lo he
dicho en innumerables ocasiones, que lo primero que hay que hacer es quitar lo
del precio por grado y ponerlo por
litro. El precio por grado debe venir de cuando una gran parte de los vinos se
destinaban a las alcoholeras, sitio donde si es importante el grado que tenga
el vino. Pero para embotellarlo da lo mismo. ¿O es que siempre es mejor un vino
de 14 grados que un vino de 12? No tiene por qué serlo. O, como en el pago de
la uva, puede ser uno de los factores a evaluar, pero no el único.
No sé si recordaran, supongo que si, que el
vino tinto, no hace mucho tiempo, se pagaba en zonas poniendo un precio base y
luego añadiendo una cantidad por cada color que tenía, es decir, por ejemplo,
un vino tinto, precio tres euros, más cinco céntimos el punto de color, así un
tinto con diez puntos valdría 3 euros más cincuenta céntimos, y uno con veinte
puntos costaría los mismos tres euros, más cien céntimos más. Era una manera de
diferenciar los vinos por algo más que por el grado, así se pagaba por grado,
pero también por el color que tenían.
De igual manera, una de las maneras de hacerlo
podía ser partiendo de un precio base y luego ir añadiendo, o restando, en
función de diversos parámetros de calidad.
Los más eruditos pueden decir, y no con poca
razón que el vino, una vez hecho, no se debe de pagar solamente por lo que les
he puesto. En el vino, de ahí la dificultad y la belleza del vino, existen
otros factores difícilmente evaluables, aromas, boca, elegancia… ¿Y quién es
capaz de evaluar y ponerle precio a eso…?
Manzanares 18 de julio de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario