Al igual que las rebajas en julio, la
playa y los anocheceres en terrazas, al llegar el verano, últimamente vienen
con él las novedades en el sector de los vinos
Hay que amoldarse a las circunstancias y cada
día nos damos más cuenta que un gran reserva tinto, contundente y con
graduación, puede estar bien para una buena comida, o en otras circunstancias,
pero no es el vino idóneo para tomártelo como bebida refrescante en una terraza
de verano. En esto todos coincidiremos.
En estos días, veo con agrado que se están
presentando una serie de bebidas y cocteles más adecuados a la climatología que
tenemos, unos viejos, ya consolidados, otros novedosos, pero siempre con la
finalidad de hacer, con el vino como base, una bebida agradable, refrescante,
que apetezca tomarla con el rigor de las temperaturas veraniegas y pueda
sustituir a la cerveza, gran contrincante de nuestra bebida, el vino, a lo
largo de todo el año, pero más en estas fechas.
Hay que empezar por el vino, sin más, vino de
no muy alta graduación, blanco fresquito o tinto del año, también fresco.
Están implantándose los rosados, están de
moda, con más o menos color, más o menos afrutados, con algo de aguja o no, la
moda del rossé va ganando adeptos y más en estos tiempos.
Clásico también, pero imponiéndose en muchas
zonas de España, el vermú, fresco, con hielo, con sifón, blanco, tinto, rossé o
reserva. Con una extensa gama y con calidades en algunos casos muy buenas, una
bebida aromática, perfectamente diseñada para el aperitivo.
Seguimos por el vino espumoso o el cava, una
bebida que es idónea para tomar muy fría a cualquier hora del día o la noche,
que nos vale igual para el aperitivo, como para la comida, cuando esta es una comida veraniega.
Pasamos a la Sangría, la bebida veraniega por
excelencia, quizá más para los extranjeros que para los nacionales. Pocos
visitantes vienen a España en verano y no se toman en una terraza una jarra de sangría.
Aquí ya se ven novedades, tanto en el envase, que viene en botella, pet, bag in
box, lata, garrafa… Cómo en el contenido que ha evolucionado y variado
enormemente, sangría normal, sangría blanca, espumosa, ecológica, con sabor a
pomelo, en fin, una serie enorme de innovaciones. Incluso sangrías, pro
llamarla de alguna manera de calidad, maceradas con frutas y precios mucho más
elevados que los más o menos normales del mercado.
El ya totalmente implantado vino de verano,
igual, cada vez con más variantes, el clásico, con limón, sin azúcar, en los
bares, con vermú, sifón o gaseosa, etc.
Se imponen los frissantes, vinos, mostos
parcialmente fermentados, o simplemente con graduaciones que oscilan entre los
5 y 7 grados, con o sin burbujas, blancos, tintos o rosados, bebidas ligeras,
refrescantes y que invitan a repetir.
Cocteles con base espumosa, cavas, o vinos,
con mostos también, combinaciones con frutas veraniegas, algunas exóticas, casi
helados o granizados, que nos proporcionan energía, además de refrescantes,
quizá para otros momentos del día o de la noche, en algún Pub, o sala.
Como pueden ver tenemos una extensísima gama
de productos para poder beber a cualquier hora del día o de la noche.
Cualquiera de ellos no tiene nada que envidiar a otras bebidas como la cerveza,
por ejemplo, y hablando de ejemplo, eso es lo que teníamos que hacer todos los
del sector, tomar cualquiera de estas bebidas, la que más se adapte a nuestro
gusto, para dar ejemplo…
Manzanares, 28 de junio de 2016
La verdad, leyendo el artículo y viendo la gran variedad que hay de bebidas «con base de vino» el que no beba vino es porque no quiere.
ResponderEliminarDe eso se trata Juan Carlos, Efectivamente, la variedad de oferta que tenemos para beber vino o sus derivados en lugar de otras, es muy grande y creo que cubre todas las necesidades y gustos
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