viernes, 11 de septiembre de 2015

Situación del sector ante la campaña

Precios de uvas, vinos, expectativas de exportaciones, mercado doméstico interno. Estamos ante el comienzo de campaña y bien merece la pena analizar un poco el recorrido que puede tener

Empezando por las uvas, ya que ahí empieza también el vino, en el campo, en los viñedos, estamos, si no cambian las cosas con las lluvias, ante una buena calidad; sanas, con algo menos de grado y algo descompensadas de acidez total, por término general. De momento nada anómalo que no se pueda corregir, por tanto, buenas uvas que nos pueden proporcionar buenos vinos. Las uvas de secano, que daban miedo por su falta de madurez debido a la falta de humedad, en estos últimos días se están recuperando; hay que esperar a que lleguen a su punto óptimo de maduración, pero estimo que la mayoría no darán excesivos problemas, donde ha habido sequía.
Los precios que se han puesto de uvas, como siempre, baratos para el agricultor, caros para el elaborador. Como todos los años. No debo entrar en valoraciones personales, se han puesto los que tiene el vino a granel, más o menos, algo más altos que los del año anterior, para una cosecha que al final será por el estilo a la última, millón de hectolitros. Arriba o abajo, pero que, no olvidemos, se está recuperando. Este año hay sustanciales cambios, como el del pago de la uva a 30 días, que va a necesitar un enorme esfuerzo económico y financiero para todas las bodegas compradoras de uva.
COMERCIALIZACIÓN DE LA COSECHA
Si partimos de una cosecha similar a la del año pasado, no debería haber excesivas complicaciones para comercializarla. Los vinos de más calidad embotellados siguen con muy buenas perspectivas. Los graneles, siempre que los precios se contengan algo, también pueden tener recorrido, con algunas salvedades.
China, con la recesión que está teniendo y el continuo aumento de cosecha que tiene, puede reducir sus compras.
Rusia, por un lado está pidiendo vetos a la exportación de vino, y aunque no salga (lo más probable), sufren igualmente recesión, con la bajada del precio del petróleo y las buenas cosechas que parece que tienen los antiguos países satélites, sus primeros abastecedores de vino.
Argentina ha dejado uvas en las viñas, y tiene unos precios muy bajos de vinos, por lo que pueden competir en el sector de vinos más económicos.
Francia e Italia van a tener cosechas algo superiores a las del año pasado.
Todo esto hay que evaluarlo en el cómputo total, pero ya digo que, dentro de unos límites de precios de vino, creo que podremos sacar la cosecha sin excesivos problemas.
El vino en el mercado interior estará flojo, como siempre. Vinos embotellados de gama media o media alta, con algo de crecimiento, aunque es tan poco que no se nota apenas en el cómputo general; y vinos a granel tan flojos como siempre, con consumos a la baja o estables como mucho, poco se puede esperar de ellos. Más cuando, cada vez se necesitan menos ya que las grandes y no tan grandes bodegas tienden al autoabastecimiento con cosechas propias o compradas, y por tanto necesitan cada vez menos ir al mercado a adquirir vinos.
De igual forma hay que tener muy en cuenta los grandes grupos cooperativos que se están formando, que reforzarán mucho el sector vendedor al acaparar una gran parte de la producción nacional.
Una nueva cosecha, nueva campaña, nuevas ilusiones y esperanzas, que esperemos no defrauden a nadie.

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