viernes, 8 de mayo de 2015

Las calorías del vino, en la etiqueta

Era de esperar que no se aprobasen, por parte de la Unión Europea, las propuestas sobre la promoción de los vinos, entre otras cosas.


Javier Sánchez-Migallón
Javier Sánchez-Migallón
Director El Correo del Vino
Era lógico. Aparte de que los países productores se negarían de plano a estas modificaciones, habría que modificar la OCM del vino, consensuada y aprobada. Por tanto, la promoción de los vinos continúa igual, sin modificaciones.
Sin embargo, no todo ha sido bueno y se ha solicitado a la comisión que para el próximo año elabore un reglamento sobre etiquetado, para que se reflejen datos como las calorías que contiene, además de advertencias para que no lo consuman embarazadas, así como evitar su consumo si se va a conducir.
Todas ese etiquetado se podría eliminar y poner, simplemente, la recomendación que hay actualmente: “tomar el vino con moderación, como bebida sana, natural y alimenticia”. Si se toma con moderación y responsabilidad, no habría problema a la hora de conducir, de estar embarazada o dentro de la dieta de cada persona.
Una copa de vino tiene alrededor de 59 calorías, lo que no es una cantidad ni exagerada ni alarmante. Pero, si en lugar de una copa te tomas cinco, la cosa cambia. De todas formas, en cualquier dieta te dicen que tomes, por ejemplo, 100 gramos de pan, si te tomas quinientos, la cosa vuelve a cambiar. Hay que fomentar que el vino se tome siempre con responsabilidad y moderación, con eso se terminan todos los problemas.
No cabe duda de una cosa y es que esto nunca ayuda ni fomenta el consumo; siempre resta, nunca suma.
Quiero comentarles algo también de la cosecha que ya asoma en toda España. La muestra viene normal, tampoco exagerada, su desarrollo normal. Aclarar el peligro cierto ya en zonas del norte de España donde ha llovido bastante, y ya se han visto en las zonas más adelantadas alguna mancha de mildiu, como en alguna zona de Galicia y del Bierzo. No obstante son zonas acostumbradas y que tratan los viñedos convenientemente para atajarlo.
En el resto de España no hay grandes problemas. En primer lugar por llover menos y en segundo porque el ascenso radical de las temperaturas donde se han superado los treinta grados en muchas zonas del levante, centro y sur de España. Es el mejor medicamento contra las enfermedades criptogámicas, si bien es verdad que no podemos darnos por salvados ya que queda mayo y junio donde puede llover y acompañarse de un natural descenso de estas extremas temperaturas y que nos puedan atacar. Hay que seguir pendientes.

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